Pensad por un momento en la calle más importante de la capital de vuestro país. Haced un esfuerzo imaginativo y añadidle de golpe todos o casi todos los edificios gubernamentales, universitarios, culturales, comerciales… Parece un imposible, pero en Oslo existe una calle así llamada Karl Johans Gate.
En vez de ser la arteria principal de Oslo, Karl Johans Gate es como juntar los principales conductos en uno, pues todo fluye y florece a su alrededor. Inevitablemente el trotamundos que visite la ciudad durante su viajes a Noruega acabará en este torrente sanguíneo.
El paseo por Karl Johans Gate es imprescindible si se le quiere tomar el pulso a la ciudad. Nosotros desconocíamos tal concentración de edificios hermosos, tramos peatonales y jardines repletos de flores y fuentes. Acabamos allí sin querer, pues es el destino de todo aquel que quiera conocer Oslo.
La avenida, que debe su nombre a un antiguo rey de Suecia y Noruega, es enorme y siempre te da una sensación de orden, limpieza y amplitud difícilmente equiparables a la de otras vías principales.
Karl Johans Gate empieza prácticamente en la estación central de Oslo y culmina en el palacio real o Det Kongelige Slott. Entre medias tenemos el tramo peatonal con tiendas más importante de Noruega, la catedral de Oslo o Domkirken, el parlamento noruego o Stortinget, la Universidad de Oslo o el Teatro Nacional con la efigie de Ibsen observándolo todo.
Además, en un radio de pocos metros se encuentra el Rådhuset o ayuntamiento, la Opera House, la National Gallery, y muchas de las antiguas callejuelas del viejo Oslo. Todo bien cerca, ordenado y dispuesto para ser fotografiado.
Con tanta estrella en el firmamento, os podréis imaginar que el paseo no es breve, aunque tampoco pesado. Todo depende del interés que tengáis en la arquitectura y en las ganas de conocer la historia y curiosidades de cada edificio, monumento o estatua.
La concentración de puntos de interés, comerciales, zonas de verdes y peatonales hace que Karl Johans Gate sea un hervidero de gente de lo más variopinta. El ambiente es fantástico, pues te cruzas con músicos callejeros, grupos de turistas recién bajados del autobús, jóvenes que toman el pícnic, políticos y burócratas, gente guapa a la caza de la última tendencia, amantes del arte haciendo cola en las galerías, familias que disfrutan con sus hijos del parque… simplemente espectacular.
Además de ver edificios, monumentos, y curiosear en alguna tienda, también tomamos Karl Johans Gate como brújula para orientarnos en Oslo, descansar de los paseos, recuperar fuerzas y pegar algún bocado. Hay restaurantes y cafeterías de todos los precios.
No voy a recomendaros que visitéis la Karl Johans Gate en Oslo porque seguro que tarde o temprano estaréis paseando por sus aceras. Tampoco voy a daros consejos sobre qué hacer o ver allí. Las posibilidades son tantas que seguro que encontráis algo interesante que descubrir por la zona, sean cuales sean vuestros gustos y aficiones. Sino tiempo al tiempo. Y vosotros, ¿cuál consideráis que es la calle más bonita del mundo?
Cuantas cuadras tiene?…o como entender su extensión para ver caminando ?…gracias !
Bienvenida a ‘el Pachinko’ y buen viaje.
La calle entera tiene menos de dos kilómetros. Andando tranquilos la puedes recorrer en 20 minutos
[…] tomar la célebre Karl Johans gate en dirección al Palacio Real, siempre por la acera de la derecha. Se trata de la principal arteria […]
[…] por Karl Johans Gate, una de las calles más bonitas del […]
[…] Oslo no es nada complicado, pues está muy cerquita de la popular arteria de la ciudad, la célebre Karl Johans Gate. También pasaréis por allí si queréis tomar el ferry que os acerque hasta la península de […]
@Curro, lo del asesino nadie lo podía prever, es una sociedad modélica…
Yo también tengo muchas calles favoritas, pero de esta me llamó la atención que lo tenía todo y que estaba impoluta. Merece la pena pasearse por allí.
Mmm… que curioso es leer estos post después de lo que pasó en Oslo hace unas semanas… Hasta en el paraiso había una serpiente, ¿no?
Y por lo demás, mi calle favorita es el Paseo de la Castellana, en Madrid. Aunque la verdad tengo muchas, esta es a la que vuelvo a pasear una y otra vez.
A ver si hago una entrada con cada una de las calles preferidas en las ciudades que conozco all around the world 🙂
@Chiqui, está claro que todo no se puede tener, bueno ellos sí lo tienen todo 😉
Qué limpio y brillante se ve todo! Tendría que volver al norte de Europa…pero es que es taaaan caro! 😉
saludos!
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