Ayer fue un día un poco extraño. Uno de esos en los que no tienes nada planeado y acabas en un lugar inesperado pero pasándotelo genial.

Después de trabajar fui a cortarme el pelo y llegaba a casa sobre las cinco de la tarde. En ese momento me llama mi amigo León y me dice que si vamos a Aspe a ver a El Columpio Asesino. Le digo que no, pero que si le apetece quedamos por la tarde. Ya sabéis como acaban estas cosas. Que sí una cervecita, que si una tapita, que si jijiji jajaja. Y al final un coche cargado con Ana, León, Vero y Pau para Aspe. Conducía Ana que no bebió.

Llegamos a Aspe en busca de la Sala Monkey donde actuaba El Columpio Asesino. Nunca había estado en Aspe, a pesar de que está muy cerquita de Alicante. Después de preguntar bastante encontramos la Sala Monkey que ahora se llamaba Play. Cerrada a cal y canto y sin signos de vida. De repente se abre la puerta y sale el grupo que se iba a cenar. Estuvimos hablando un rato con ellos y nos demostraron que además de grandes músicos son muy buena gente. Hasta la una no empezaba el concierto.

Entonces decidimos ir a tomar algo por Aspe. Dudamos de entra a un bingo y al final entramos en un lugar llamado F4. Es lo más cercano que he estado de una película de Almodovar. Pieles de leopardo, altares en honor a Rocío Jurado, The Communards en los altavoces y la camarera más auténtica que me he encontrado en la vida. Vicky, un travesti que nos trató genial.

Luego de nuevo para el Play. El lugar también tenía lo suyo. Después de esperar a que abrieran entramos. Había dos zonas. Una cubierta con música uberbakala y con lo mejorcito de cada casa. Otra, pequeña a la intemperie, decorado con varios buddhas donde estaba montado el equipo de los músicos. Allí, en ese lugar extraño, asistí a uno de los mejores conciertos de los últimos meses.

A pesar de que no eramos ni cien personas, El Columpio Asesino se lo curró mucho. Yo ya los había avisto en el FIB hacía un par de años. Me encantaron, pero ayer mucho más. Dos guitarras, bajo, batería, percusión, teclado, algún que otro sintetizador y voces cumplieron y superaron mis expectativas. Por momentos me recordaban a The Raveonettes, a Sonic Youth a The Jesus and Mary Chains, a los mejores Manta Ray, pero con mucha energía. También tienen esa sensibilidad vocal de los grupos del norte. Ellos son de Pamplona.

Acaban de publicar su tercer álbum (si no llevo mal las cuentas) titulado La Gallina. Simplemente os digo que si tenéis ocasión de ir a verlos lo hagáis, porque merecen mucho la pena. No os defraudarán. Por cierto, las fotos que hice con el móvil no sirven para ilustraros el concierto por su mala calidad.

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Pau García Solbes
Soy periodista y bloguero de viajes profesional. Soy Licenciado en Ciencias de la Información en la especialidad de Periodismo. He trabajado y colaborado en numerosos medios de comunicación en temas relacionados con Internet, nuevas tecnologías y turismo. Además, soy co-autor del libro Viajar con niños, el manual para preparar tus vacaciones en familia de La editorial viajera.

7 COMENTARIOS

  1. @fer, nosotros vimos a Dover en el segundo FIB, y como dices tú, todavía se podían ver… lo que vino después todo el mundo ya lo sabe.

    @DJB, me encantaron, no sé porque no viniste. La Gallina está muy guapo.

  2. Mejor no te cuento mi tarde-noche….
    El Columpio Asesino son tremendos en directo, y el hecho de que cante el batería es increible, como puede mantener el ritmo y cantar at time, bestial.
    Que envidia.

  3. mira que no llevarte la cámara…

    Yo también estuve una vez de concierto en Aspe, hará cosa de… 5 años por lo menos… Fuimos a ver a Dover, todavía en sus buenos tiempos: tocaron en el campo de fútbol de tierra, y al acabar el concierto estuvimos charlando con ellos y tal, estuvo muy bien… q tiempos aquellos…

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