Hace unos cuantos días que Teo y yo hemos regresado del viaje a Asturias y todavía se mantienen frescos los recuerdos de las grandes emociones que hemos vivido allí. Si cerramos los ojos es probable que en la memoria aparezcan instantáneas teñidas de verde intenso, con aromas a mar Cantábrico, de piedra y mina, con sabor a sidra recién escanciada…
Los grandes viajes son aquellos que te regalan experiencias memorables, irrepetibles, inesperadas. Se trata de la primera escapada que hacíamos padre e hijo solos y por eso Asturias siempre tendrá un lugar privilegiado en nuestros corazones. «Papá, ¿te acuerdas de aquel viaje a Asturias?»
Pues claro que me acuerdo hijo… y me acordaré toda la vida. Porque el nombre de Asturias siempre irá ligado a las grandes experiencias que allí vivimos. Irremediablemente me evocará el sonido de la sonrisa de Teo cada vez que descubría algo nuevo. Me recordará la pureza y sinceridad de una mirada que sólo pueden tener los críos pequeños. Lo mejor de hacer viajes con niños es que te permiten rememorar sensaciones que tenías olvidadas.
Por ejemplo, ¿cuándo fue la última vez que viste una vaca, acariciaste a una cabra o subiste a caballo? Esas vivencias nos hacían mucha ilusión cuando éramos unos mocosos y las pudimos rememorar hace unos cuantos días durante la visita a la Granja La Cuesta, ubicada en Santa Marina en el concejo de Cudillero.
La Cuesta es una granja familiar, tanto es así que absolutamente todos los animales que viven allí tienen nombre propio. El granjero se llama Amalio y es una de esas personas que enseguida te cae bien. Con una mirada sabe perfectamente a quién tiene enfrente y para cada caso tiene una historia apropiada. Gente con mucha empatía y un pico privilegiado… un maestro del storytelling rural.
Amalio y su familia nos fueron enseñando toda la granja sin parar de relatarnos historias interesantes sobre cada animal, cada rincón, cada edificio. Para acometer las tareas de aquel día contó con la inestimable ayuda de un acompañante de excepción llamado Teo. No creas que el peque se achantó, con sólo tres añitos se atrevió con todo.
Durante la visita a la granja La Cuesta de Santa Marina en Cudillero, Teo descubrió que las vacas sólo tienen dientes en la mandíbula inferior, aprendió a tener cuidado a la hora de recoger huevos del corral, practicó el arte del trote y el galope a lomos de un poni y posteriormente de un caballo, se enteró de que la leche no viene del supermercado ayudando a ordeñar una ternera, o aguantó la envestida de una manada de cabras que venía a comerse el trigo que tenía en las manos.
La visita dura unas tres horas y permite vivir experiencias muy auténticas y recomendables para familias que viajan con niños, sobre todo para aquellos que venimos de las ciudad y la granja sólo aparece en los cuentos que les contamos a nuestros hijos antes de que se vayan a la cama.
Sólo por ver las expresiones que ponen los peques o escuchar sus sonrisas merece la pena pasar una tarde en la granja. Y por si eso no fuera suficiente aliciente, luego puedes reponerte de las actividades merendando unas deliciosas magdalenas o bebiendo leche recién ordeñada mientras escuchas las insólitas anécdotas de Amalio.
En una de esas nos contó que en verano alquilan conejos como mascota a aquellas familias que van a pasar las vacaciones de verano a Asturias. «Al principio los niños están muy ilusionados con tener un conejo, pero cuando devuelven el animal son los papás los que están más felices… así todos contentos».
Otra cosa que nos hizo mucha ilusión fue ponerle nombre a uno de los terneritos recién nacidos. Teo que es tan friki como su padre decidió bautizar como Koopa Troopa al animal, así que esperamos que esta vaca y sus hermanas crezcan sanas y fuertes como las que vimos por allí
¿Y cómo crees que se lo pasó Teo siendo granjero por un día en Asturias? Para obtener la respuesta sólo hace falta que mires las fotos que hemos compartido. Así que si te apetece que tus hijos o sobrinitos se diviertan tanto como mi peque, sólo tienes que hacer una visita a la granja La Cuesta de Santa Marina en Cudillero. Preparate para que disfruten como enanos.
Hola!! He leído varios comentarios fascinantes sobre esta granja y nos encantaría ir a pasar la tarde, me podrias decir si hay q llamar para la visita? Gracias!!
Bienvenida a ‘el pachinko’ Vanesa. Como ves en las imágenes Teo lo pasó genial. Sí que tenéis que llamar antes de la visita, porque creo que no las organizan todos los días.
¡Que wapo está Teo!
Se me cae la baba a mí, imagínate a su padre… XD
Pues ya ves, no puedo estar más orgulloso 😀
No se olvidará en la vida, seguro. Vaya cara de felicidad!!! 😉
Todavía menciona muchas veces el nombre de Asturias y me habla del viaje 😉
Fantásticas las caras de felicidad de Teo. Un gran viaje que seguro recordará.
Por cierto, a ver si paso yo por esta granja, eso sí, será sólo con los niños que llevamos dentro mi mujer y yo.
Un saludo
Alejandro
Bueno, los mayores también podemos disfrutar de la experiencia 😉
Madre mia, Koopa Troopa!!!
De tal palo…
🙂
Jejeje éste creo que me va a superar…
Que mayor se ha hecho. Cuando vuelvas a Estocolmo, mandame un correo 🙂
Hombre Daniel, me alegro de tener noticias tuyas. Disculpa que si voy por Estocolmo te aviso, sabes que es una ciudad que me encanta.
Gracias por la recomendación. Justo estamos pensando en escaparnos Por Asturias este verano y nos vienen genial estas ideas. Un saludo!
Nosotros volvimos encantados, pensamos regresar en el futuro pero toda la tropa 😉
La cara de alegría de las fotos lo dice todo 🙂
Jejeje no es sólo la selección de fotos, es que su cara era así todo el rato 😉
¡Qué feliz se le ve! 😀
Y yo no salgo en las fotos, pero también estaba muy feliz de verlo a él disfrutar.
No me extraña que tu hijo recuerde esta experiencia para siempre, con ese pedazo de padre que tiene….
Un abrazo y felicidades por el artículo.
Pedazo sí, que últimamente estoy pillando algunos kilitos 😉
A ti también te falta poco para tener este tipo de experiencias con tu peque.
Un abrazo!
Las palabras son pocas para describir lo que tuvisteis que sentir los dos, él pasándoselo como los indios con los bichejos y tú viéndolo a él disfrutar 🙂
Bienvenida a ‘el pachinko’, has descrito muy bien cómo fue nuestra experiencia 😀
Información Bitacoras.com…
Valora en Bitacoras.com: Hace unos cuantos días que Teo y yo hemos regresado del viaje a Asturias y todavía se mantienen frescos los recuerdos de las grandes emociones que hemos vivido allí. Si cerramos los ojos es probable que en la memoria apar……
Vaya alegría se le sale de las fotos a tu hijo!
Fue una pasada verlo así, me dejó alucinado con lo valiente que es
Niño feliz y papá orgulloso. Para qué más 🙂
Acabas de definir la fórmula del éxito 😀
Solo con ver la cara de Teo se nota que se lo paso chupi guai.
Més que bé!