Zaanse Schans, es un pueblecito precioso situado a unos 10 kilómetros al noroeste de Amsterdam. Se trata de una excursión que podéis hacer en una mañana y que merece la pena por ver una Holanda diferente a la que vemos en la ciudad de los canales.
El viaje a Amsterdam fue el primero que hicimos por Europa, ya que hasta el momento sólo habíamos visitado destinos españoles o asiáticos. Y tenemos que decir que la experiencia nos encantó a pesar del frío que hacía en diciembre.
La última mañana del viaje a Amsterdam decidimos escaparnos hasta Zaanse Schans. A pesar de los pocos días que estuvimos en Holanda, Vero fue muy insistente en que hiciéramos esta excursión y al final mereció la pena. El lugar es de postal, aunque quizás demasiado preparado para los turistas.
Llegar a Zaanse Schans es muy sencillo. Desde la estación central de Amsterdam debéis tomar un Stoptrein hacia Alkmaar y deteneros en la parada de Koog Zaandijk. Lo primero que notas en el ambiente es un intenso aroma a chocolate que sale de una fábrica local. Nos llamó la atención el gran número de turistas coreanos que había curioseando por allí.
En Zaanse Schans han logrado recrear el ambiente del típico pueblo holandés de los siglos XVII y XVIII. Un lugar rural en el que los molinos de viento junto al río son el principal atractivo del paisaje. Muchos de ellos siguen funcionando y los utilizan para hacer mostaza, aceites, pigmentos o madera.
También hay un centro de visitantes, una quesería, una fábrica de zuecos, algún museo, muchas tiendas de souvenirs y una taberna donde disfrutamos de unos deliciosos crepes de chocolate. En definitiva, un lugar turístico donde tomar fotos bonitas con cierta tranquilidad. Un complemento ideal para el viaje a Amsterdam. ¿Alguien ha estado por allí?
[…] Zaanse Schans […]
Mola la crónica, 100% faloco.
jeje, asias por el premio, y por recordarme el nombre del pueblo, es lo que tiene ir con guía, que te dejas llevar y se te olvidan estas cosillas, y allí como todo es DAMM (dique en castellano) pues llega un momento en que ni te fijas… En este pueblo fue curioso porque a pesar de hacer 30 mil fotos, me compré una de esas que te hacen a la entrada, me cayó bien el tío, jeje. La verdad es que vale la pena ir para salir un poco de Amsterdam, también fuimos al norte, casi a ver mar, a ver los diques y comer arenques.
Escribí una pequeña crónica de un viaje de fin de semana a Amsterdam
https://www.blog.faloco.com/2008/02/28/viaje-a-holanda-amsterdam-rotterdam/