Tras la odisea de llegar a Alesjaure, la tercera etapa del viaje a Laponia Sueca, se presentaba con muchas incertidumbres. ¿Cómo reaccionaría mi cuerpo tras la paliza del día anterior? Era una incógnita. De momento lo que hice fue desayunar más que los dos días anteriores y hacer unas cuantas fotos a los bellos parajes cerca de Alesjaure para relajarme.

En principio, la etapa que íbamos a emprender hasta Tjäktja era mucho más fácil que la del día anterior. Sólo eran 13 kilómetros y el camino no presentaba ninguna sorpresa temible. Intenté salir lo más concentrado posible y alcanzar un buen ritmo sin desfondarme. Esta táctica parecía que daba buen resultado al principio.

Caminando hacia Tjäktja

El paisaje de esta zona de Laponia Sueca es una maravilla. No hay casi vegetación, pero la nieve es completamente virgen, y las montañas de formación típicamente glaciar le dan un aspecto fascinante a los valles por los que íbamos caminando con nuestras inseparables raquetas.

Hasta el pícnic de mediodía parecía que todo marchaba de maravilla. Para que os hagáis una idea, las paradas para almorzar las hacíamos en medio de la nada. Siempre intentábamos que coincidiera con un lugar lo más recogido posible, o sobre alguna piedra que resguardara del frío las posaderas.

Momento pícnic en medio de Laponia

Dependiendo de si el refugio de la noche anterior tenía tienda o no, el menú del día era un «poco» mejor. Sino, nos tocaba cargar las provisiones de un par de días. Los pícnics eran muy divertidos, aunque las paradas no podían exceder los 20 minutos, ya que el frío siempre estaba presente.

Tras la comida aguanté un ratito más a buen ritmo, no obstante, me enteré de sopetón de que el refugio estaba cerca, pero había que subir para alcanzarlo. En ese momento mi cabeza se bloquea y el cansancio parece más de lo que realmente es. El tramo final se me hizo eterno, pero el paisaje hasta Tjäktja fue de los más bellos de todo el recorrido.

Vistas desde el refugio de Tjäktja

Con más pena que gloria llegué al refugio de Tjäktja, el más elevado de cuantos nos acogerían durante el viaje a  Laponia Sueca. Llegué cansado, dolorido y con muy poca confianza en mis posibilidades. Yo en ese momento no lo sabía, pero ese era el último día en el que lo pasaría mal. Era el final de la adaptación, un nuevo Pau resurgiría a partir de la cuarta etapa.

4 COMENTARIOS

  1. Información Bitacoras.com…

    Valora en Bitacoras.com: Tras la odisea de llegar a Alesjaure, la tercera etapa del viaje a Laponia Sueca que hice con YokmoK Aventuras, se presentaba con muchas incertidumbres. ¿Cómo reaccionaría mi cuerpo tras la paliza del día anterior? Era una in…..

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.