Como buen goloso que soy, una de mis obsesiones durante los viajes es tomarme una taza de chocolate caliente y un buen trozo de tarta. A parte de Teo, no solemos merendar en casa, es un placer que dejamos para las tardes del viernes o cuando estamos de viaje. Un momento especial.
En el viaje a Noruega no hicimos excepciones y esperamos el instante y el lugar adecuado para tomarnos ese respiro en forma de chocolate y pasteles.
Stavanger nos había recibido con la sorpresa del Gladmat, pero teníamos ganas de encontrar algo auténtico, un lugar acogedor donde suele ir la gente local a disfrutar de una charla con amigos. Ya sabéis que preguntando se va a Roma, así que nos recomendaron una calle llamada Øvre Holmegate repleta de pequeños comercios dignos de las mejores revistas de tendencias.
La calle se merece un post entero, un coolhunter hubiera disfrutado haciendo fotos, así que os lo contaré otro día. Noruega está repleto de estos lugares singulares. Entre lo que buscábamos nos recomendaron una cafetería-librería y una chocolatería. Mis instintos más primarios me llevaron a esta última, cuyo nombre es Sjokoladepiken.
Se trata de una chocolatería diminuta con muy pocas mesas en el interior y algunas más en la terraza. Estaba a tope y no me extraña por lo que vendían en el interior, un auténtico paraíso para los golosos. Bombones, pasteles, tartas, tabletas de chocolate… todo un jardín del edén para los chocolate-adictos.
El ambiente era muy acogedor, gente conversando en voz baja entre sorbo y sorbo o dándole a la cuchara. Nosotros nos sumamos a aquel festín y degustamos uno de los mejores chocolates a la taza que hemos probado en nuestras vidas. El secreto está en las especias.
Cuando entramos a estos sitios es mejor que pida Vero, porque a mí me pierde la gula. Siempre me dice: «Un trozo de pastel para los dos», pero mi voracidad hace que pida como mínimo uno por barba. Odio partir, o mejor dicho, compartir los pasteles. Así que fui fiel a mí mismo y llegué a la mesa con dos trozos de tarta y dos tazas de chocolate. Tras los reproches iniciales luego suele venir el silencio y un «qué bueno está todo».
Si tenéis parada en Stavanger no olvidéis pasaros por Sjokoladepiken y disfrutar de los placeres mundanos. ¿Qué sería de los viajes sin estas paradas técnicas? El slow-travel tiene estas cosas.
[…] !!Que ambientazo!! No lo hubiésemos imaginado jamás. Cafeterías, teterías, tiendas de decoración, una famosa peluquería donde trabaja Tom Kjorsvik o chocolatería Sjokoladepiken que nos contaba el amigo Pau en sus relatos. […]
[…] queda muy cerca del Geoparken, justo en la orilla oeste del puerto. Allí está la chocolatería Sjokoladepiken y decenas de tiendas muy provocadoras. Territorio de […]
Que buena pinta ahora con la merienda!!! En cualquier lugar se encuentran rincones maravillosos ^_^
Sí, a nadie le amarga un dulce 😀
Pau, creo que coincidimos en nuestra estancia en Stavanger y tuvimos experiencias parecidas, desde el «Gladmat» a la tienda del chocolate, que yo conocí como la chica del chocolate, no tengo ni idea de noruego y no se si esa será la traducción, el caso es que me encantó.
Bienvenida a ‘el pachinko’. Nosotros estuvimos dos días del Gladmat, así que seguro que coincidimos. Muy buena época para conocer Stavanger 😀
Yo tampoco soy muy de dulces, pero tiene una pintaca buena buena 🙂
P.D. que nombre mas jodido de pronunciar 😛
El nombre es la leche, pero la cafetería y la calle en concreto eran una delicia.
Lo dulce no es lo que mas me tira…ya ves tú…sólo me apetece cuando me he pegado una comida de esas buenas buenas…entonces es cuando ejerzo el derecho a postre 😉
un abrazo!
Hombre, una buena comida o cena sin postre no es digna 😉
Yo en Bélgica hice lo mismo pero para desayunar, un buen chocolate caliente con un gofre de acompañamiento… madre mía, una de las mejores decisiones de mi vida, tengo apuntado el nombre del restaurante para volver si algún día paso por la zona!!
Menuda pintaza tienen los pasteles!!!!
Saludos!
Lo bueno de ir con niños es que este plan nunca suena mal. Te sientas y a disfrutar 😀
Qué hambre me acaba de entrar Pau 😀
Es que el chocolate apetece a cualquier hora 😀
Muchas gracias Pau por compartirlo. Esta me la apunto! Por suerte o por desgracia, el chocolate también nos pierde….
Bienvenido a ‘el pachinko’ y gracias por tus palabras. El chocolate nos pierde a todos jejeje
La verdad que desde que estudio alemán, estos nombres raros cada vez me sorprenden menos, pero hay que reconocer que este nombre mola un huevo, estos noruegos… xD
El chocolate a la taza no me hace mucha gracia, pero esas tartas tienen muy buena pinta, aunque dan casi pena comérselas con lo presentables que salen 😀
Saludos!!
Ese chocolate a la taza te hubiera gustado incluso a ti, rico de verdad. Noruega no es muy conocida por sus dulces, pero una vez allí descubres que son de mucha calidad.
Información Bitacoras.com…
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