El trampolín de saltos de esquí Holmenkollen de Oslo

La gripe y la fiebre me han tenido fuera de combate casi una semana, pero ya estoy aquí para hablaros de uno de los lugares más visitados de Oslo, el trampolín de saltos de esquí Holmenkollen.

Pero primero voy a hacer una reflexión. Para qué nos vamos a engañar, en España lo de los saltos de esquí se nos da regular, tirando a mal. Es un deporte de invierno que nos parece exótico y muy vistoso, pero sinceramente para nosotros está a la altura del bobsleigh o el curling. Sólo nos acordamos de esos locos que se elevan a gran velocidad por una rampa con la resaca de Año Nuevo o cuando decidimos utilizar el Wii Fit.

¿Cómo será tirarse desde allá arriba sin que el desayuno acabe en la pista o en los calzoncillos? Para que os hagáis una idea podéis ver este vídeo del saltador noruego Tom Hilde entrenando en el Holmenkollen de Oslo con una cámara en su casco. ¡Alucinante!

Desgraciadamente no he tenido la oportunidad de ver a gente saltar en vivo y en directo desde el Holmenkollen de Oslo. Los dos viajes a Noruega que he hecho han sido al final de la primavera y en verano, así que no había mucha actividad en el trampolín de saltos de esquí. Aún así, me atraía la idea de verlo de cerca.

El trampolín de saltos de esquí de Oslo

La primera vez que estuve en Oslo me quedé con ganas, así que al volver de Laponia Noruega saldé esa vieja deuda. El Holmenkollen está en una zona montañosa ubicada a una media hora en metro desde el centro, luego hay que andar un poquito cuesta arriba, pero pronto veréis el descomunal trampolín.

Pese a que no os gusten demasiado los saltos de esquí la estructura del trampolín impresiona y mucho. Te sientes muy diminuto desde abajo y te parece imposible que alguien que esté en sus cabales se atreva a tirarse desde allí arriba sin paracaídas. 60 metros de altura y casi 100 de longitud. Yo no lo haría sobrio.

La actual versión del Holmenkollen de Oslo fue inaugurada en marzo de 2010 y es obra del equipo de arquitectos del belga Julien De Smedt (JDS Architects). Costó la friolera de 73 millones de euros.

Ahora es una estructura muy vanguardista y probablemente el salto de esquí más moderno del mundo. Sin embargo, tiene una larga tradición a sus espaldas, con más de 120 años de historia. En todo este tiempo se ha remodelado hasta en 18 ocasiones.

El Holmenkollen de Oslo

Pese a todo, si vais con el tiempo muy justo en Oslo quizás me centraría en otros atractivos de la capital de Noruega, sobre todo en verano. No obstante, si decidís desplazaros hasta allí podéis aprovechar para visitar el Museo del Esquí. Poco puedo deciros de él, porque a las horas de la tarde que fui a visitarlo estaba cerrado.

Como todo gran recinto deportivo sin gente tiene un aspecto un poco desangelado, así que espero visitar alguna vez el trampolín de saltos de esquí Holmenkollen en invierno y ver como ruge la gente cuando los saltadores salen disparados de sus rampas.

19 COMENTARIOS

  1. Yo siempre me he preguntado, y me preguntare…

    Pero como empiezan??
    donde estan las rampitas de dos metros??
    o saltan ya desde 80 a la primera???

    Aupa esa salud!!!

  2. Muy berraca la tirada desde allí arriba; yo admiro mucho a los atletas por el valor que tienen y hoy día por toda la presión que traen en el hombro.

    Las instalaciones magestuosas, un deporte que no es ni será practicado por acá en Latinoamerica, pero si muy apreciado.

  3. Yo alucino con el coraje y el valor de los que practican este deporte, más todavía cuando es uno de enero y estás «aterrizando» de la nochevieja y los ves volando en la tele. La estructura del trampolín es bien curiosa, sí.
    Me alegro que estés recuperado Pau! Salut!

  4. Información Bitacoras.com…

    Valora en Bitacoras.com: La gripe y la fiebre me han tenido fuera de combate casi una semana, pero ya estoy aquí para hablaros de uno de los lugares más visitados de Oslo, el trampolín de saltos de esquí Holmenkollen. Pero primero voy a hacer una ref…..

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