Como hoy es un día especial al ser festivo he decidido invitaros a cenar. El plato estrella es uno de los manjares más exquisitos que he probado últimamente. Se trata del cangrejo real, una exquisitez que degustamos en Laponia y en nuestros dos viajes a Noruega.
La primera vez lo catamos en Bergen como parte de una cena a base de marisco. Sin embargo, la segunda fue muchísimo más emocionante y divertida porque el festín vino precedido de un safari de cangrejo real en Laponia Noruega.
Después de cumplir el sueño de llegar al Cabo Norte, nos dedicamos a vivir otro tipo de experiencias menos románticas pero más placenteras. En Honningsvåg tomamos una lancha y nos lanzamos a la aventura del safari de cangrejo real. El objetivo era ver cómo los crían, sacarlos del agua y posteriormente hincarles el diente.
Aunque estábamos a principios del mes de junio, nos tuvimos que vestir con trajes especiales para evitar el frío del mar de Barents. Como os podéis imaginar, incluso el hecho de ponerse aquellos ropajes fue divertido y nos hinchamos a sacarnos fotos con los atuendos polares.
Pasarela escandinava aparte, en los viajes a Noruega comprobaréis que el agua y el clima en esa zona no es tan fría como cabría esperar para su latitud. La responsable es la corriente del golfo de México que suaviza las temperaturas de esta región septentrional de Laponia. En esas aguas es donde habita el célebre cangrejo real noruego, a profundidades que no suelen superar los 500 metros.
Como él no iba a venir a buscarnos fuimos nosotros los que nos aventuramos a salir a su encuentro en una lancha. En eso consistía el safari de cangrejo real en Laponia. Una vez llegamos a mar abierto se detuvo el motor y los chicos noruegos que nos acompañaban empezaron a estirar una cuerda para extraer las redes que sirven para pescar a estos horribles, pero sabrosísimos bichos.
El momento en que las redes llegaron a cubierta fue muy emocionante. Había sido una excelente redada con una veintena de ejemplares. En la pesca del cangrejo real se realiza un número limitado de capturas y todo el proceso otorga al marisco una calidad excepcional.
De hecho, la gran diferencia del cangrejo real noruego con otros de su especie reside en su enorme tamaño y en la calidad de su carne. Cada pieza pesa de media unos 4,5 kilos, aunque como pudimos comprobar en el safari, hay algunos ejemplares que alcanzan unos tamaños monstruosos. Parecen sacados de la saga de Alien.
Una vez capturados, nos dirigimos a un paraje precioso de Laponia Noruega para cocinar y degustar tan preciado bocado. Pese a sus enormes dimensiones, lo más delicioso son sus patas y pinzas. Allí nos enseñaron a trinchar al animal y separar las partes más sabrosas para cocinarlas. También nos llamaron la atención las huevas, aunque necesitan ser tratadas antes de ser consumidas y no las pudimos probar.
La receta para cocinar la carne del cangrejo real noruego no tienen ningún misterio. Su sabor natural es tan rico que hervidos con agua y alguna que otra especie es suficiente para disfrutar de un manjar de dioses. Allí se preparó en en enorme caldero calentado con una hoguera.
No hace falta que os diga lo que disfrutamos en aquella cabaña perdidos en mitad de Laponia y saboreando marisco recién sacado del mar. Sólo por esos placeres terrenales y por vivir experiencias auténticas como estas merece la pena hacer viajes a Noruega.
Hola,
Estoy planeando mi viaje para cazar auroras boreales y me encantaría cazar también algún cangrejo real. ¿Dónde contrataste el safari?
Te doy la bienvenida a ‘el Pachinko’. Esta excursión puedes contratarla directamente en el puerto de Honningsvåg o en la oficina de turismo. Lo que no sé si se ofrece también en invierno.
[…] interesantes. Primero visitaríamos un bar de hielo español en Laponia y luego haríamos un safari de cangrejo real. Ahora entendéis mejor porqué decía que en nuestros viajes a Noruega vivimos experiencias […]
[…] * Fotografías de Pau García Solbes: más información de la ruta en elPachinko.com […]
Menudas pintas Pau, eso si, buena pinta ese marisco 🙂
Jajajaja delicioso 😀
Por favor, pero que rico debe de estar ese cangrejo!!!! Recién pescado y para la cazuela. Que envidia me das amigo… 🙂
Qué fáciles de conquistar somos los hombres… por el estómago 😀
¡Vaya crustáceos! La verdad que me encantaría probarlos, con el maridaje de alguna de tus cervezas 🙂 Una pregunta ¿Qué le pasa a las huevas? ¿No se pueden comer crudas por algo, o tienen mal sabor? Es una de las partes más ricas en cangrejos que he probado por aquí…
Salut!
Pues no soy un gran entendido en el tema. Cuando abrieron uno de los cangrejos y vimos las huevas preguntamos que si se podían comer. Nos comentaron que sí, pero que se tenían que «tratar» primero.
Tiene una pinta increible, con lo que me gusta el cangrejo y éste tan fresquito recién sacado del agua. Se me hace la boca agua. Me recuerda también que un día vi un documental de Hokkaido, donde también tienen unos pedazo cangrejos..
Es un marisco que ni fu ni fa, hasta que probé éste 😀
Madre mia, de un tajo con las pinzas te corta la cabeza!!!
El tema es que si sobrevives a su ataque le puedes clavar un cuchillo y al final acaba como en la última foto 😉
Aunque yo no soy de comer marisco hay que reconocer que tienen muy buena pinta, y así cocidos sin nada más todavía es mejor.
El sabor es tan bueno que no hace falta más 😀
Qué pintaza de plan ese! 🙂
brutal!
Una experiencia muy recomendable 😀
Qué experiencia más curiosa! Yo creo que me daría un poco de repelús ese bicho, prefiero verlo ya cocinado jejeje. Un abrazo!!
Jejeje el pobre es feo, pero qué rico está!
MOG vaya bicharraco si a la que te descuidas te come el O_o
Son enormes, especialmente ese que pillé de las patas, no veas como pesaba el bicho 😀
Esta es una experiencia que siempre he deseado hacer!! Estos cangrejos además de llamar la atención por su «pequeño» tamaño dicen que están buenísimos!!
Saludos!
Doy fe de que están delicioso. Yo no soy demasiado cangrejero, pero es que estos están de muerte.
Información Bitacoras.com…
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