El universalmente conocido compositor de Salzburgo, Wolfgang Amadeus Mozart, dijo que la Ăłpera le «eleva antes que cualquier otra cosa». Si hubiera algĂșn equivalente en la naturaleza al bel canto, serĂan sin duda los fiordos noruegos. Se trata de una visiĂłn difĂcilmente descriptible con palabras, ya que lo que trasmiten al contemplarlos son emociones que van despertando como un torrente que se dirige con fuerza a lo mĂĄs profundo del alma.
Como sucede con las grandes funciones de Ăłpera, en los fiordos noruegos todo estĂĄ dispuesto para el goce de los sentidos. Las montañas sobre las que se precipitan infinidad de saltos de agua plateados hasta acabar en los estuarios son los tenores y sopranos que encandilan al pĂșblico con sus cantos de sirena sobre el escenario. La escena muchas veces se ve salpicada por casitas de colores emplazadas en los lugares mĂĄs insospechados o curvas que serpentean hasta pintar unas formas que añaden mĂĄs dramatismo a la obra.
No habrĂa Ăłpera sin pĂșblico y somos nosotros los que debemos escoger nuestro asiento para disfrutar de este espectĂĄculo sin igual. De todas las butacas que existen para gozar de esta funciĂłn, la mĂĄs preciada estĂĄ ubicada cerca de Stavanger y es conocida como el PĂșlpito (Preikestolen en noruego). Se trata de un saliente con forma cuadrada que se eleva sobre un abrupto acantilado de 604 metros de altura, un palco VIP para deleitarse con la incomparable perspectiva que nos regala del Lysefjord.
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Llegar hasta el Preikestolen desde Stavanger
Pero nadie dijo que para disfrutar de esta Ăłpera desde un palco VIP no hubiera que sufrir un poquito. Ese sufrimiento le da mĂĄs valor, si cabe, a la recompensa de ver los fiordos noruegos desde el PĂșlpito. Yo habĂa estado hace unos años en Stavanger, pero al viajar con un niño de tan solo un año decidĂ dejar esta aventura para el futuro. Hace unas semanas me pude quitar esa espinita clavada durante el tercero de mis viajes a Noruega.
La forma mĂĄs sencilla de llegar desde Stavanger hasta el principio del sendero que asciende al Preikestolen es una combinaciĂłn de ferry y autobĂșs. El ferry se toma de la terminal de Stavanger, muy cerquita del Museo del PetrĂłleo, y en unos 40 minutos te deja en Tau, que es la localidad donde tendrĂĄs que coger el autobĂșs que te dirige hasta un pĂĄrking donde comienza el ascenso al PĂșlpito. Puedes comprar los billetes de ida y vuelta combinados de ferry y bus con la empresa Norled por 250 NOK (unos 28 euros).
SĂșbida al PĂșlpito de los Fiordos Noruegos
No te quiero engañar, la subida hasta el PĂșlpito es dura. O mejor dicho tiene un par de tramos bastante duros, especialmente si no sueles hacer mucha actividad fĂsica como es mi caso. ÂżPero quiĂ©n dijo que ascender al Valhalla fuera sencillo? Te aseguro que el camino estĂĄ repleto de lugares muy hermosos en los que las Valkirias te van animando hasta que llegas al final y encuentras una recompensa digna de los mejores hĂ©roes vikingos.
Cada año suben al PĂșlpito unas 250.000 personas, la gran mayorĂa durante los meses de verano, asĂ que cuanto mĂĄs madrugues menos compañĂa tendrĂĄs. Una buena opciĂłn es pasar la noche en el espectacular Preikestolen Fjellstue y desde allĂ empezar la travesĂa con los primeros rayos del sol. En todo caso, lleva unas buenas botas de montaña, ropa de abrigo para cuando llegues a la cima (si puede ser cortavientos), un chubasquero, agua y comida para reponer fuerzas cuando concluyas la ascensiĂłn. TambiĂ©n es muy importante consultar la previsiĂłn del tiempo que se actualiza cada pocas horas en la web de la agencia noruega de meteorologĂa.
La ruta al PĂșlpito se puede hacer en unas cuatro horas (dos de bajada y dos de subida) aunque dependiendo de tu estado de forma y de las condiciones climatolĂłgicas se puede acortar o alargar un poco. Lo mĂĄs importante es que vayas a tu ritmo y disfrutes del camino, no quieras correr mĂĄs de la cuenta y paladea cada sorbo de esta experiencia como si fuera un manjar de dioses. El camino hasta la cima estĂĄ muy bien señalizado, incluso algunas partes han sido acondicionadas por sherpas nepalĂes para hacerlo mĂĄs llevadero, pero sĂłlo con tu esfuerzo podrĂĄs llegar hasta arriba. ÂĄSuena Wagner!
El principio del camino es una de las partes mĂĄs duras con una rampa de 81 metros de desnivel pero el botĂn que obtenemos tras superarla son unas vistas magnĂficas del Lago Revsvatnet desde un precioso mirador. Merece la pena parar unos instantes a recuperar el aliento y a disfrutar de unas increĂbles panorĂĄmicas. Luego la pendiente suaviza un poco hasta llegar a una subida con grandes pedruscos que son la antesala a la rampa mĂĄs dura. 118 metros de desnivel que a mĂĄs de uno le dan ganas de dar media vuelta. Nada de eso, pensad en el Valhalla, en las bellĂsimas Valkirias y a seguir caminando.
Los fiordos noruegos desde el PĂșlpito
Tras coronar la rampa mĂĄs dura el resto es mĂșsica celestial, digna de Mozart, Beethoven (y su Fidelio) o Puccini. De hecho, te invade una sensaciĂłn de deber cumplido muy embriagadora. Es como si Pavarotti te cantara al oĂdo la mĂtica aria del acto final de la Ăłpera Turandot. «All’alba vincerĂČ! vincerĂČ! vincerĂČ!» recita el tenor al final de Nessun dorma y esa emociĂłn de la victoria es lo que experimentas cuando llegas al final de la ruta y posas tus pies sobre la superficie casi plana del PĂșlpito. Adrenalina pura.
ParecĂa que la niebla iba a estropearnos el final de fiesta, pero OdĂn estaba de nuestra parte y nos obsequiĂł con unos rayos de sol que fundieron las nubes como un cuchillo caliente sobre la mantequilla. Aquel acto divino que cerraba la Ăłpera fue una de las mejores visiones que he contemplado en mi vida. El Lysefjord desde las alturas rodeado por esos majestuosos acantilados es de los lugares mĂĄs inconmensurables del mundo.
Daba igual que las piernas estuvieran temblorosas tras la subida y que quedaran un par de horas de bajada. Las mieles del triunfo sabĂan a gloria desde Asgard. El esfuerzo y la paciencia tuvieron su recompensa, nunca me he sentido tan VIP como en aquel palco con vistas a los fiordos noruegos, algo que jamĂĄs olvidarĂ©. El telĂłn se cierra con el descenso al Preikestolen con una sonrisa de oreja a oreja. Ahora sĂłlo falta saber cuando se repetirĂĄ esta Ăłpera. ÂżTe animas?
Quiero dar las gracias a VisitNorway por ayudarnos a cumplir uno de nuestros sueños viajeros. TambiĂ©n por cedernos algunas fotos para ilustrar este post, ya que desgraciadamente he perdido las que tomĂ© con mi cĂĄmara y las mĂas son las que hice con el mĂłvil.
Que excursiones crees que son mejor
ÂĄHola!
Estamos pensando ir este verano con una peque de 2 años y medio. ¿Crees que es posible la subida con la niña en mochila porta bebés?
Gracias
Hola Akane y bienvenida a ‘el Pachinko’.
Todo dependerå de vuestro estado de forma y de si eståis acostumbrados a este tipo de salidas por la montaña.
Si las respuestas en ambos casos son no, mejor no arriesgarĂa. Yo vi subir a gente con niños en la espalda, pero ten en cuenta que hay algunos tramos bastante duros y que el tiempo es muy inestable en la zona.
La decisiĂłn debe ser vuestra, pero yo no subirĂa con mis hijos (no estoy muy en forma y son un pelĂn perezosos cuando hacemos caminatas đ )
Creo que ahĂ hay que ir con trĂpode al amanecer y/o al atardecer đ
A la prĂłxima me lo llevarĂ©, esta primera vez querĂa comprobar si era capaz de subir o no hasta arriba.
Un «must» de Noruega! Qué ganas de conocerlo, a ver cuando tengo oportunidad, que cada vez que veo alguna foto de este lugar pienso lo mismo, a ver cuando puedo ir!! Abrazos!
Merece muchĂsimo la pena, somos unos privilegiados por verlo con sol aunque fuera unos momentos… toda una experiencia.