Me encanta recordar en pleno verano el viaje a Laponia Sueca. Sólo de ver las fotos de la nieve me entra un fresquito muy agradable, ya que vienen acompañadas de muy buenos recuerdos. Como ejemplo el día de relax que pasamos Jose Luis y yo en la Estación de Montaña de Kebnekaise. Sí, sí, esa a la que tuvimos que acceder en la mitad de una ventisca y en la que hicimos el primer intento para fotografiar la aurora boreal.

En teoría, ese día debíamos afrontar la última etapa de caminata con raquetas de nieve hasta Nikkaluokta. Eran cerca de 20 kilómetros, una de las más largas de todo el viaje. Sin embargo, JL arrastraba unos problemas estomacales que le dejaron bastante débil y yo tenía un dolor en la pierna que me impedía caminar al ritmo que exigía la etapa. Por ese motivo, decidimos que iríamos hasta Nikkaluokta en moto-taxi de nieve y aprovecharíamos la mañana para dar un paseo tranquilo y disfrutar de aquel oasis en medio de Laponia Sueca.

Alejándonos de la Estación de Kebnekaise

El resto del equipo sí que afrontó la etapa a tope, de hecho, salieron cuatro horas antes que nosotros y llegaron a Nikkaluokta unos minutos antes que JL y yo. Y eso que las motos de nieve no tardan más de 40 minutos en hacer el trayecto. Pero no adelantemos acontecimientos y volvamos a Kebnekaise.

La zona está preparada para todo tipo de deportes de invierno, sobre todo el esquí de fondo. También tiene como gran atractivo la ascensión a la montaña más alta de Suecia, el célebre Kebnekaise, aunque a nosotros ni se nos pasó por la cabeza.

José Luis cerca de la Estación de Kebnekaise

Pese a que nuestras condiciones no eran las más adecuadas, nos pusimos las raquetas de nieve, por primera vez sin mochilas, y fuimos a disfrutar de un paseo por los bellos parajes polares que rodean la Estación de Montaña de Kebnekaise. Sin presión de ningún tipo, a paso de tortuga, caminando por caminar.

Luego, antes de pillar las moto-taxis de nieve, nos fuimos al restaurante y disfrutamos de una comida de campeones, más bien yo disfrute como un campeón, ya que JL no se podía pasar mucho con el ágape. El colofón, fue una tarta de chocolate y menta que, por lo visto, es muy tradicional en Suecia. Después de una semana comiendo pan sueco y sopas de sobre, aquella comida supo a gloria.

Tarta de chocolate y menta sueca

Luego vendría el trayecto en moto de nieve… aunque eso es otra historia.

5 COMENTARIOS

  1. @Jorge, menudo crack el JL, con la barriga echa polvo todavía me obligó a dar un paseo, y eso que yo estaba cojo.

    @petaqui, te doy la bienvenida a ‘el pachinko’. Seguro que los viajes de YokmoK te encantan. Espero ver esa entrevista a Jorge. Voy a ver tu blog.

  2. uffff que buena pinta…estaría bien que me fuera yo en invierno ahí..pero de momento sigo tu rastro con YokmoK y me voy a Chamonix!
    Le haré una entrevista a Jorge en directo, en video 😀 jajaja si te interesa pasate por mi blog, y yo te agrego a mi GReader 😛

  3. Información Bitacoras.com…

    Valora en Bitacoras.com: Me encanta recordar en pleno verano el viaje a Laponia Sueca que hice con YokmoK la pasada primavera. Sólo de ver las fotos de la nieve me entra un fresquito muy agradable, ya que vienen acompañadas de muy buenos recuerdos……

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