Vík desde Dyrhólaey

La manita fue la culpable de que ayer no os pudiera hablar de esta maravilla de lugar llamado Dyrhólaey. Si le preguntarais a Vero cual es su rincón preferido de Islandia, seguramente que escogería éste. Y no me extraña, porque es de una belleza extraordinaria.

La playa de Dyrhólaey

Dyrhólaey es un lugar que no es demasiado frecuentado por turistas. Normalmente la gente se queda con las playas de Vík y luego suele pasar de largo. Nosotros tuvimos la suerte de ir hasta allí porque disponíamos de bastante tiempo para visitar esa zona del sur de Islandia. Todo fue gracias a nuestro guía, Sergio, que insistió en mostrarnos aquel cabo tan peculiar.

El cabo de Dyrhólaey

Lo más característico de Dyrhólaey es esta formación rocosa, de unos 120 metros de longitud, y que tiene ese curioso arco bajo creado por la erosión marina de forma natural. Tuvimos la mala suerte de visitarlo a unas horas donde pegaba un sol de justicia y las fotos quedan muy quemadas por culpa de no llevar un buen filtro.

Acercándonos al faro de Dyrhólaey

Desde el cabo de Dyrhólaey hay unas magníficas vistas del faro, las playas de arena negra y los acantilados. También se puede divisar Vík y sus célebres trolls de piedra. No creo que las fotos que aquí os mostramos hagan justicia a la belleza del lugar, la verdad. Es un paisaje marinero muy hermoso y solitario, muy distinto a los que tenemos aquí en España.

El faro de Dyrhólaey

Recuerdo que aquel día, además de sol de justicia, hacía un viento terrible y bien gélido por la cercanía del mar del Norte. Sin embargo, desafiamos esa molesta corriente para ir a la punta del cabo y contemplar la hermosura de los escarpados acantilados. La sensación de libertad fue muy intensa.

Acantilando de Dyrhólaey

El contraste de colores es muy interesante. Hay una lucha entre distintos tonos de azules, negros, lavas y verdes, que conforman una estampa de lo más pintoresca. Seguro que en invierno tiene un aspecto muy distinto y que roza lo inhóspito.

La playa y el faro de Dyrhólaey

Si tenéis la oportunidad de hacer un viaje a Islandia, reservad unas horas para contemplar la belleza desgarradora de Dyrhólaey, seguro que no os arrepentís y disfrutáis de unos momentos de paz y serenidad muy agradables.

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Pau García Solbes
Soy periodista y bloguero de viajes profesional. Soy Licenciado en Ciencias de la Información en la especialidad de Periodismo. He trabajado y colaborado en numerosos medios de comunicación en temas relacionados con Internet, nuevas tecnologías y turismo. Además, soy co-autor del libro Viajar con niños, el manual para preparar tus vacaciones en familia de La editorial viajera.

9 COMENTARIOS

  1. Cada post nuevo que pones sobre Islandia me hace enfadarme más por no haber cogido uno de los vuelos lowcost que volaban allí cuando vivía en Noruega…

  2. @Uri, bienvenido a ‘el pachinko’. Sergio es un crack, nos lo pasamos muy bien con él, a pesar de que Teo se portó fatal.

    La zona es preciosa, uno de los paisajes marinos más bonitos de Escandinavia 😀

  3. La verdad es que es un lugar precioso. Me alegra que te gustara, a mi personalmente Vík me encanta. Y claro, si vas con un guía tan apañado como Sergio…. mejor!

    Saludos!

  4. Oooohhhh!!!!
    Si ya se ve bonito en fotos debe ser realmente IMpresionante
    (Más envidia aún por el viaje después de ver estas fotos)

  5. Información Bitacoras.com…

    Valora en Bitacoras.com: La manita fue la culpable de que ayer no os pudiera hablar de esta maravilla de lugar llamado Dyrhólaey. Si le preguntarais a Vero cual es su rincón preferido de Islandia, seguramente que escogería éste. Y no me extraña, porq…..

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