Si algo hemos destacado de Hong Kong, hasta el momento, es su distribución como ciudad vertical. Probablemente se trate de la megaurbe del mundo con más rascacielos, incluso por delante de Nueva York. Si te pasas todo el día mirando hacia arriba es por culpa de algunos edificios muy sorprendentes.
Hong Kong es una ciudad muy especial para los amantes de la arquitectura. Antes del boom de Dubai y los proyectos faraónicos que se llevan a cabo en Oriente Medio, Hong Kong se llevaba todos los elogios, en parte, por la cantidad ingente de dinero que había para estos menesteres.
Un ejemplo de toda esta locura inmobiliaria es el HSBC Main Building de Norman Foster. El edificio data de 1985 y ya en su época costó la friolera de mil millones de dólares estadounidenses, lo que lo convirtieron por méritos propios en la construcción más cara del mundo.
Mientras preparaba nuestro viaje a Hong Kong, sentía una enorme curiosidad por ver cómo había envejecido este mastodonte y la verdad es que me decepcionó un poco. El HSBC Main Building destaca muchísimo, pero hay otros edificios modernos que en mi opinión lo han superado.
Si queréis echarle un ojo al HSBC Main Building lo tenéis en Queen’s Road Central. Os pongo el mapa por si queréis buscarlo, pero os aseguro que se ve desde kilómetros de distancia, pues su estructura es única en el mundo.
Foster tuvo que estudiar muy bien el proyecto, pues tenía que emplear el mismo espacio que las oficinas anteriores de HSBC. Desde 1865, era la cuarta vez que se afrontaba la renovación de las oficinas, por tanto, tenía que ser algo completamente extraordinario.
Y lo consiguió, vaya que si lo consiguió. Norman Foster diseñó una especie de edificio robot y contó con todos los medios del mundo para eludir el problema del espacio. Lo más innovador es que los pisos cuelgan de arriba en vez de ascender desde la base. Esta estructura exterior es lo más innovador del asunto.
Otro elemento sorprendente para la época, es el sistema de espejos controlados por ordenador que empleó Foster para que el atrio del HSBC Main Building tuviera siempre el máximo de luz natural.
Estos detalles son importantes para comprender un poco la grandeza del edificio, pues cuando estás frente a él sólo ves una mole carente de belleza si la comparamos con otros rascacielos de la zona. Es muy curioso contemplar los engranajes, las cadenas, y otras partes móviles del HSBC Main Building.
Podréis visitar la planta baja del edificio sin necesidad de entrar al interior, pues es un espacio público. También son bastante interesantes los dos leones de bronce que «protegen» al edificio. Son de las oficinas anteriores.
Arquitectura, ingeniería y mecánica se dan de la mano para engrandecer al que en su día fue el edificio más caro del mundo. El HSBC Main Building de Norman Foster merece al menos una parada si realizáis un viaje a Hong Kong. Seguro que no deja indiferente a nadie.
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[…] ayer hablabamos del pedazo HSBC Main Building de Norman Foster en Hong Kong, hoy toca contemplar otra construcción descomunal, aunque muy distinta. Se trata de […]
@Chiqui, y que lo digas, en Hong Kong, como en Tokyo, hay muchísimos edificios innovadores y sino vas con alguien entendido en la materia, o lo has leído en alguna guías te pierdes esos detalles.
Y es que hay cosas que hay que saber entender…en algunos de mis viajes nos acompañaba un arquitecto, y claro, era él el que nos ilustraba cuando nosotros veíamos un bloque de hormigón horrible jeje
Un abrazo!
Información Bitacoras.com…
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