Asia es, quizás, uno de los continentes donde mayor se pueden apreciar las desigualdades entre ricos y pobres. Grandes fortunas conviven con gente que apenas tiene qué echarse a la boca.

Ya os he contado muchas veces que una de las caras más conocidas de Hong Kong es la de ciudad que vive por y para el dinero. No es complicado ver algún que otro Ferrari, bolsos de Chanel o zapatos de Prada. Es una urbe donde las apariencias dicen mucho de una persona, por lo que a la gente no le importa trabajar varios meses para tener el último modelito de Louis Vuitton.

Si paseas por las calles más glamurosas de Central durante seis días a la semana te puede parecer que estás en el Brave new world de Aldous Huxley, una distopía donde no hay lugar para la discordancia. Todo parece perfecto y la gente sonríe y consume sin parar.

He dicho seis días a la semana, porque al séptimo esa imagen de perfección se ve turbada por la ingente presencia del servicio doméstico filipino. Miles y miles de mujeres salen a la calle y pasan el día donde buenamente pueden y entreteniéndose con lo que sea.

Las grandes desigualdades de las que hablábamos al principio, hacen que muchas mujeres filipinas emigren a Hong Kong para trabajar en las casas como asistentes del hogar y buscarse un porvenir un poco mejor.

En las casas donde trabajan pasan todo su tiempo. Casi todo el dinero que ganan lo envían a sus familiares en Filipinas. En Hong Kong no tienen vivienda propia, primero porque no se lo pueden permitir, y segundo porque duermen los siete días de la semana en su trabajo.

No obstante, el domingo tienen el día libre, y como no tienen casa, lo pasan en la calle con otras mujeres que están su misma situación.

Nosotros desconocíamos esta realidad hasta que empezamos a ver a decenas y decenas de mujeres en la calle sobre cartones. No os penséis que sus miradas eran de desazón, todo lo contrario. Unas sonrisas de oreja a oreja.

Vimos mujeres arreglándose el pelo y las uñas, jugando a las cartas, charlando con las amigas, viendo la tele en pequeños televisores portátiles… era algo que no entendíamos.

Era el día de Año Nuevo y estábamos un poco desorientados. Resaca dirían algunos. Sin embargo, no acabábamos de entender que hacían todas esas mujeres sobre cartones en la calle, en pleno invierno y con esas sonrisas tan maravillosas. Era algo surrealista.

No nos enteramos de la película hasta que nos encontramos con Javier y Rena y nos lo explicaron todo. Vero y yo nos llegamos a pensar que pasaban la noche en la calle un día a la semana, después de trabajar los otros seis. La realidad no es tan cruel, pero tampoco es mucho más alentadora.

Que esas mujeres que apenas tienen nada sonrían de esa manera es algo que nos debería hacer reflexionar mucho. ¿Qué necesitamos para ser felices? Ellas, algo de dinero para enviar a casa y un día libre a la semana para estar con sus amigas. Da mucho que pensar ¿verdad?

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Pau García Solbes
Soy periodista y bloguero de viajes profesional. Soy Licenciado en Ciencias de la Información en la especialidad de Periodismo. He trabajado y colaborado en numerosos medios de comunicación en temas relacionados con Internet, nuevas tecnologías y turismo. Además, soy co-autor del libro Viajar con niños, el manual para preparar tus vacaciones en familia de La editorial viajera.

15 COMENTARIOS

  1. @Joan, bienvenido a ‘el pachinko’, todo el mundo habla maravillas de Filipinas y sus mujeres, lástima de corrupción 🙁

    @Xavi, es muy complicado cuando muy pocos dominan a la mayoría en lo político y lo económico. Asia es un gigante en muchas cosas, pero en esto todavía está en pañales.

  2. Brutal!! Parece mentira, ya que no estamos hablando de una ciudad pobre de Asia, sinó de una capital mundial financiera!

    Asia se desarrolla a pasos agigantados, pero aun hay un gran problema con las clases sociales… y tiene pinta de ir para largo…

    Un abrazo

  3. Llevo con una filipina 9 años, son muy buenas mujeres. Super fieles y trabajadoras. Es una pena que haya tanta corrupción en el país porque las islas son maravillosas

  4. @Eddy, es muy complicado saber si ellas son felices o no con la vida que llevan, pero viendo sus sonrisas uno diría que sí.

    @Quique, jejeje a mí me sorprenden muchísimas cosas. Sí, menos mal que Javier y Rena nos lo explicaron mejor, porque teníamos un bajón importante.

  5. Buen post! De Asia poco hay que me sorprenda! Sin duda, no hay nada como que alguien que vive ahi te explique la realidad. Gracias a Javier y Rena os enterasteis de qué iba la película sino os hubierais quedado a cuadros como seguramente nos hubiera pasado a cualquiera que pasáramos por ahi.

  6. Increíble historia…! pero a veces los parámetros de felicidad son tan variopintos que es difícil incluso para nosotros saber si estas mujeres son felices con la vida que llevan.

    Pero de todas todas, como dice Javier, ójala las condiciones mejoren para ellas porque se lo merecen.

  7. @Javier, gran aportación la tuya, como siempre, aunque hoy con más sentido pues conoces la realidad hongkonesa mejor que nadie.

    Muy interesante lo que comentas de la ley, a ver si sus condiciones laborales mejoran, porque sostienen gran parte de la economía hongkonesa.

  8. Un post que llega en un momento propicio cuando se está debatiendo el que las filipinas o las trabajadoras del hogar (de otras nacionalidades) puedan obtener su permiso de residencia pasados 7 años, que actualmente no es así porque tienen un apartado especial en la ley de Hong Kong.

    Son desde luego un gran soporte para muchas familias. Es una cadena importante para la ciudad. Se merecen más que nadie ese día de descanso aunque sea pasarlo en la calle y especialmente en los días cuando el tiempo no acompaña.

    Espero que las condiciones puedan mejorar para ellas.

  9. @Chiqui, es espectacular, gente que curra a saco y que pasa su día libre en la calle sonriendo.

    @Alberto, nosotros nos quedamos a cuadros, es algo que impacta mucho.

  10. Gran post. Es un fuerte contraste, sin duda, ver todos los domingos a la comunidad de mujeres filipinas ocupando las calles del distrito financiero con sus mantas de picnic, pero tambien tiene algo que decir del respeto de la ciudad de Hong Kong por la calidad de vida de todas las clases sociales.

  11. Información Bitacoras.com…

    Valora en Bitacoras.com: Asia es, quizás, uno de los continentes donde mayor se pueden apreciar las desigualdades entre ricos y pobres. Grandes fortunas conviven con gente que apenas tiene qué echarse a la boca. Ya os he contado muchas veces que una …..

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