Quizá Gyeongju no goce de tanta fama en occidente como Kioto o Varanasi, pero tiene una importancia primordial para entender la historia y la cultura de Corea. Fue la capital del antiguo reino de Silla y uno de los mayores centros culturales del mundo, por eso la ciudad está plagada de un patrimonio extraordinario que atrae cada año a miles y miles de visitantes.

Nuestra visita se centró sobre todo en lugares históricos y templos, aunque también paseamos tranquilamente por otros lugares más mundanos de Gyeongju. Teniendo en cuanta que viajábamos con Teo, quisimos reservar una tarde para que el peque disfrutara de un lugar divertido como a priori parecía un parque temático llamado Shilla Millennium Park.

Murallas del Shilla Millennium Park

La verdad es que teníamos pocas referencias de este complejo en el que nos la dieron con queso. A priori, resultaba atractivo para una familia de extranjeros que quería aprender algo más de la historia coreana. Sabíamos que sus atracciones se centraban en reverdecer viejos laureles del antiguo reino de Silla y eso nos llamaba poderosamente la atención. Aprender mientras te diviertes, el sueño de cualquier padre. ¡Ilusos!

En la web del parque habíamos visto espectáculos increíbles con caballos en los que participaban fieros guerreros y gente ataviada con ropa tradicional coreana. Otro gancho que empleaban era el de los espectaculares decorados de la afamada serie histórica Queen Seondeok que por lo visto era la leche y había arrasado en las pantallas coreanas, aunque nosotros no habíamos visto ni el trailer.

Qué es eso, Shilla Millennium Park

El último aspecto por el que nos sonaba el Shilla Millennium Park era un supuesto hotel de lujo al estilo hanok, que habíamos barajado como alojamiento antes del viaje a Corea, pero que al final descartamos por su elevado precio en comparación con otros hoteles de Gyeongju.

Con esta poca información nos plantamos en la taquila del Shilla Millennium Park como unos colegiales que van a estrenar zapatos nuevos. Lo primero que nos escamó fue ver un enorme aparcamiento en el que no había ni diez coches. «¿Será que es muy tarde?»-pensamos-. Nuestro coreano está más oxidado que los clavos de Cristo, pero nos dio la sensación de que cuando la taquillera nos vio aparecer no quería ni vendernos las entradas.

Estanque del Shilla Millennium Park

Los tickets nos parecieron bastante caros para lo que son los accesos en Corea, nada más y nada menos que 18.000 KRW por barba (unos 12 euros al cambio). Tras abonar el importe nos dio un mapa del complejo y nos dedicó una mirada a lo Gandalf como diciendo «corred insensatos».

Lo primero que nos encontramos fue una réplica de los doce generales espíritus que ya habíamos visto en el Templo Haedong Yonggungsa de Busan, aunque versión cartón-piedra. Esta primera impresión amigable fue desapareciendo paulatinamente conforme íbamos dando pasos.

Desperfectos en el Shilla Millennium Park

El panorama era desolador. No había ni un alma y ¿qué hay más triste que un parque temático sin niños? Las pocas personas con las que nos cruzamos parecía que estaban intentando encontrar la salida para huir de allí como alma que lleva el diablo, una sensación que se fue apoderando de nosotros mientras nos adentrábamos en el desierto Shilla Millennium Park.

No encontramos ninguna atracción que funcionara, los escenarios que tan bien nos habían vendido en la web estaban ocupados por siluetas a tamaño real de feroces guerreros, los restaurantes estaban más cerrados que el culo de un muñeco, los jardines y lagos repletos de desperdicios, las instalaciones con agujeros y mal cuidadas… en definitiva un desastre.

Basura en el riachuelo del Shilla Millennium Park

Quizá nuestra frustrante experiencia se deba a que fuimos un mal día o en temporada baja, pero todo hacía ver que aquel Shilla Millennium Park había vivido ya sus mejores días. Siempre es interesante en los viajes con niños buscar lugares o experiencias para que los peques se diviertan, pero está claro que a veces te puede salir el tiro por la culata.

Tal y como llegamos nos fuimos. Fue de lo poquito que no nos gustó de Gyeongju, una de las ciudades imprescindibles en los viajes a Corea. Ahora bien, desde entonces nos preguntamos si el Shilla Millennium Park es ¿el peor parque temático del mundo? ¿Tenéis algún candidato que lo desbanque?

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Pau García Solbes
Soy periodista y bloguero de viajes profesional. Soy Licenciado en Ciencias de la Información en la especialidad de Periodismo. He trabajado y colaborado en numerosos medios de comunicación en temas relacionados con Internet, nuevas tecnologías y turismo. Además, soy co-autor del libro Viajar con niños, el manual para preparar tus vacaciones en familia de La editorial viajera.

11 COMENTARIOS

  1. Corea es uno de los pocos países de Asia que me quedan por visitar. Después de haber leído tu post seguro que este parque no figurará entre mis visitas. Vaya cutrada y frikada de parque!!. Saludos

  2. Jajaj, desde luego, se ve bastante desolado. Yo el peor que recuerdo es Vulcania, en la Auvernia francesa, aunque puede que sea porque lo visité de pequeña y, después de que nos dijeran que íbamos a un parque de atracciones, mi hermana y yo nos llevamos la desilusión del viaje. Es un museo sobre volcanes y había alguna proyección y algún experimento (y muuuucha información), pero ninguna atracción. Supongo que si lo visitara hoy en día lo vería de otra forma, porque estaba cuidado, pero sin duda es mi fail personal de parques.

    • Jejeje esa experiencia no se queda atrás, lo normal es relacionar parque temático con diversión, pero a veces la cosa sale rana

  3. Información Bitacoras.com

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