Por fin ha llegado el viernes, nuestro día favorito de la semana. La tradición manda que lo celebremos con una de nuestras clásicas cervezas del mundo, aunque hoy voy a ser un poco más generoso y os invitaré a cenar en un restaurante parisino.

Se trata del Chez León, un local al que fuimos durante nuestro pasado viaje a París y que se denomina a sí mismo de especialidades orientales. Sus platos más demandados son el cous cous y los tajines.

Cous cous saharaui en Chez Léon París

Cuando os pedí que me dierais recomendaciones para la primera vez en París, Lorco insistió en que probáramos es cous cous, así que no nos queríamos ir de París sin hacerle caso.

Era nuestra primera noche en la ciudad y hacía mucho frío, así que cuando vimos Chez Léon no nos lo pensamos demasiado. Lo primero que nos llamó la atención es que la decoración con motivos del Magreb muy pintorescos. Lo segundo que estaba a tope, menudo éxito.

Carthago, vino de Túnez

La carta no es demasiado extensa, los distintos tipos de cous cous y tajines sobresalían del resto de platos. Los menús también tenían muy buena relación calidad precio, ya que costaban unos 13 euros. No obstante, yo me empeñé en probar el cous cous saharaui que era de los más caros de la carta, pero también de los más consistentes. Había mucha hambre.

El cous cous saharaui nos lo sirvieron en un plato de barro enorme y repleto hasta los topes. Por un lado la sémola y los garbanzos, en el centro un enorme tajín de cordero y al otro extremo del plato las verduras. Luego lo mezclé todo y le eché una salsa picante que le daba un toque muy especial. Una comida sencilla, pero deliciosa y muy potente.

Postres morunos en Chez Léon París

De postre, nos pedimos unos dulces orientales que estaban de muerte y eran realmente consistentes. Me chiflan este tipo de pequeños postres donde la miel, los pistachos o los dátiles son los protagonistas.

Lo peor con diferencia de nuestra visita a Chez Léon fue el vino. Los camareros, que eran tremendamente simpáticos y serviciales, nos recomendaron un vino tunecino que se llamaba Carthago. ¿A quién se le ocurre pedir un vino tunecino en Francia? A mí, y lo pagamos con una bebida peleona, peleona.

El precio rondó los 30 euros por persona incluyendo el cous cous saharaui, el vino, y el postre. Si hubiéramos pedido el menú nos hubiéramos ido más contentos, pero con la panza llena y el cuerpo caliente nos fuimos con una sonrisitas.

Si queréis probar el cous cous de Chéz León lo encontraréis en el número 30 de la rue du Faubourg-Montmartre de París. Con una cucharada de este exótico cous cous, os deseo que paséis un feliz fin de semana. Nos leemos el lunes.

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Pau García Solbes
Soy periodista y bloguero de viajes profesional. Soy Licenciado en Ciencias de la Información en la especialidad de Periodismo. He trabajado y colaborado en numerosos medios de comunicación en temas relacionados con Internet, nuevas tecnologías y turismo. Además, soy co-autor del libro Viajar con niños, el manual para preparar tus vacaciones en familia de La editorial viajera.

13 COMENTARIOS

  1. Dulces de almendra y azucar, una birra, algo de vino y mejor cous-cous!!

    Si es que los Viernes en Francia son el dia de las minifaldas de Xavi, las birras de Pau y los cous-cous del restaurante de la esquina!

  2. Tiene todo muy buena pinta 😀
    Ese dulce naranja enrollado me recuerda a uno que nos regalaron en la pastelería de la calle San Francisco, y que nos dijeron que es típico del ramadán. ¡Estaba muy rico!

    Besos 🙂

  3. Información Bitacoras.com…

    Valora en Bitacoras.com: Por fin ha llegado el viernes, nuestro día favorito de la semana. La tradición manda que lo celebremos con una de nuestras clásicas cervezas del mundo, aunque hoy voy a ser un poco más generoso y os invitaré a cenar en un res…..

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