Siempre recordaremos con mucho cariño el verano que viajamos a Flandes con Teo. Nuestro príncipe estaba a punto de tener compañía en el reino con la llegada de su hermanito Oriol y queríamos que esas vacaciones tuvieran todos los ingredientes necesarios para que un niño de dos años disfrutara del viaje.

Flandes tiene algunas de las ciudades medievales más hermosas que hemos visto en Europa. Pasear por las calles empedradas de Brujas o Gante y asomarse a sus canales al atardecer es una delicia. Los más soñadores pueden echar a volar la imaginación y creerse que están en una especie de cuento de hadas y así es muy fácil motivar a los peques para que exploren cada rincón o corran bajo edificios que parecen castillos.

Los canales de Brujas al atardecer

Se trata de un destino en el que es muy sencillo moverse, especialmente en tren. Sin duda es el medio de transporte más romántico y en el que los traslados se hacen más llevaderos cuando viajas con niños pequeños.  Si te da pereza hacer y deshacer maletas, ten claro que las distancias entre localidades en Flandes no son demasiado grandes así que puedes tener una ciudad o dos como base de operaciones y luego desplazarte en ferrocarril para volver por la tarde-noche a tu alojamiento.

Cómics y átomos en Bruselas

El Atomium de Bruselas

El hecho de que Bruselas salga constantemente en los informativos con noticias relacionadas con la Unión Europea nos puede llevar a una impresión equivocada sobre la ciudad. La capital de Europa tiene una historia fascinante y esconde muchos lugares que nada tienen que ver con esa imagen burocrática y aburrida.

Más allá de ver cómo irá ataviado el Manneken Pis o corretear por una de las plazas más hermosas del mundo, a los peques les seducirá la idea de ir descubriendo preciosas viñetas que se han escapado del Museo del Cómic  y que se han transmutado a páginas tan peculiares como las fachadas de las casas y las paredes de la ciudad. El arte urbano de Bruselas es deslumbrante. También es muy recomendable la visita al Atomium,  es como inspeccionar por dentro uno de esos juguetes de construcciones que tanto gustan a los niños pero con un tamaño descomunal e imaginando que llevamos una bata de científico.

Canales, parques y chocolate en Brujas y Gante

Pralinés de la chocolatería Sukerbuyc de Brujas

Si tus peques son golosos van a disfrutar de lo lindo en Flandes. Aunque a Teo le chiflan las chuches, no es especialmente un apasionado del chocolate como sus papis. Aún así, sus ojos parecían dos lunas llenas mientras visitamos el taller de un artesano chocolatero en Brujas que nos explicó como elaboraba los pralines. También es más que recomendable zamparse uno de los mejores gofres del mundo en Max o devorar una de las típicas narices (cuberdons) en Gante y pegarse un atracón en el Museo de la Patata Frita de Brujas.

Las plazas y callejuelas adoquinadas de Brujas y Gante parecen los escenarios que inspiraron a los grandes narradores y creadores de historias fantásticas. También hay hueco para las aventuras de piratas, ya que a bordo de una barca se pueden navegar los canales de estas joyas flamencas y conocerlas desde otra perspectiva.

Teo y Vero en los canales de Gante en Flandes

 

Otras propuestas interesantes son la Huis van Alijn de Gante para que los peques descubran como se vivía antiguamente, ver las ciudades a vista de pájaro desde sus altísimos campanarios y, por supuesto, caminar sin rumbo a la caza y captura de rincones de postal que te deparan muchísimas sorpresas. Y para cargar pilas, nada mejor que los parques de la ciudad, algunos tan fascinantes como el Minnewater o el jardín de la Arentshuis en Brujas y el Citadelpark y Baudelopark en Gante.

Al zoo en Amberes

Plaza del Ayuntamiento de Amberes

Una de las ciudades más prósperas de Europa en muchos sentidos es Amberes. Si te gusta la moda o los diamantes es una referencia mundial. Pero también para las artes, ya que esta ciudad flamenca vio nacer a Antoon van Dyck y acogió durante buena parte de su vida al maestro alemán Peter Paul Rubens.

Las grandes ciudades de Flandes son una mezcla interesantísima de modernidad y vestigios del pasado perfectamente conservados. En Amberes esta dicotomía se observa mejor que en ninguna otra parte. Si llegas por tren, te quedarás de piedra al observar la cautivadora Estación Central y su fachada neogótica. Muy cerca está el zoo de Amberes que es uno de los más antiguos del mundo. Casi al lado, otro ingrediente que no suele fallar cuando se viaja con niños, el acuario Aquatopia.

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Más información sobre qué ver en Flandes con niños en la web de Turismo de Bélgica: Flandes y Bruselas

Si no tenéis tiempo para organizar el viaje, os recomiendo una agencia experta en viajes con niños que nos gusta mucho: Trip Trup.

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Pau García Solbes
Soy periodista y bloguero de viajes profesional. Soy Licenciado en Ciencias de la Información en la especialidad de Periodismo. He trabajado y colaborado en numerosos medios de comunicación en temas relacionados con Internet, nuevas tecnologías y turismo. Además, soy co-autor del libro Viajar con niños, el manual para preparar tus vacaciones en familia de La editorial viajera.

21 COMENTARIOS

    • Brujas y Gante son muy especiales, pero Amberes fue toda una sorpresa. Me encantó la mezcla entre tradiciones y vanguardismo. Flandes os encantaría.

  1. Coincido contigo Pau en que la Grand Place puede que sea una de las plazas más bonitas del mundo. En los últimos viajes de trabajo a Bruselas, le he pillado bastante gustillo a esta ciudad, pero me falta por conocer bien el resto de Flandes, ya que sólo tengo un vago recuerdo de Brujas, en viaje de estudios, cuando importaban otras cosas ;). Es una región que hemos valorado varias veces para ir en familia, la última, esta Semana Santa, pero por esperar, se dispararon los vuelos :(. Sólo sé que caerá, some day…

  2. Perdona Pau, pero ¿con niños? ¡Queremos ser niños entonces! Flandes es un destino fantástico. Hace mucho que no viajamos allí, y nos quedan lugares pendientes, como Amberes, y repetir otros como Brujas que nos encantó. Muchas ganas de volver.
    Un abrazo!

  3. Pues de tanto oir de esta zona al final vamos a tener que ir… Me lo apunto para cuando el nuevo habitante de la familia ya nos permita movernos con cierta comodidad 🙂

    • Moverse por allí es bastante cómodo, los trenes funcionan fenomenal y los trayectos son muy cortitos.

      Ya me contarás si finalmente viajas por allí.

  4. Nosotros estuvimos con el peque muy peque jajaj tenia 9 meses, pero fue muy divertido hacer ese viaje con el, ver los bosques de Mirwart, subir a la fortaleza de Dinant, comer gofres en Lieja etc… espero volver a repetir para que vea de nuevo todo.

    • Te lo doy la bienvenida y las gracias por las recomendaciones… en Valonia 😀

      Por cierto, he quitado el link de tu blog del comment porque se puede acceder al mismo desde tu nombre de usuario, así evitamos duplicidades.

  5. Qué chulo! Y que ganas de volver a Flandes. Muy bueno para ir con los peques y sin peques también! 😀 De lo que mencionas me falta por conocer Amberes así que ya tengo excusa para volver! Un abrazo 😉

    • Amberes es espectacular, en muchos aspectos es número uno mundial. Además con su enorme puerto y las actividades comerciales se ha conseguido una mezcla cultural asombrosa.

  6. Cómics, parques, cuentos de hadas, zoos, y sobretodo chocolate. Mencionando estas 5 palabras mágicas estoy seguro que mis peques saldrían volando en dirección a Flandes más contentos que un ocho 🙂
    Y los padres detrás, claro, que tampoco nos lo querríamos perder!
    Salut!

  7. Información Bitacoras.com

    Valora en Bitacoras.com: Siempre recordaremos con mucho cariño el verano que viajamos a Flandes con Teo. Nuestro príncipe estaba a punto de tener compañía en el reino con la llegada de su hermanito Oriol y queríamos que esas vacaciones tuvieran …

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