Los que me conocen saben de buena tinta que soy un marinero de agua dulce. A pesar de que vivo en una ciudad con mar, me he criado en una zona de montaña y el gran azul no está entre mis predilecciones. No obstante, en el reciente viaje a Colombia tuve la oportunidad de bañarme en el mar Caribe, uno de los más célebres del mundo por su riqueza ecológica y también por su historia cargada de grandes hazañas y leyendas.
Mi primera vez en el Caribe tuvo lugar en el Parque Nacional Natural Corales del Rosario-Islas del Rosario, ubicado a unos 45 minutos en lancha rápida de Cartagena de Indias. Para llegar hasta allí tomamos una barca en la Marina Santa Cruz ubicada en el barrio de la Manga.
El trayecto de ida trascurrió de una forma bastante apacible. Todavía estaba medio grogui por los efectos del jetlag, así que pegué alguna cabezadita mientras un hombre explicaba lo que veíamos durante la travesía. Más que nada, fortificaciones que habían servido para repeler los ataques de bucaneros, corsarios y filibusteros que camparon a sus anchas por las costas del Caribe.
Las Islas del Rosario son un archipiélago formado por 27 pequeñas islas ubicadas 35 kilómetros al suroeste de Cartagena de Indias. Se trata de una de las excursiones más típicas desde esta ciudad y está especialmente indicada para los amantes de los deportes náuticos o los que busquen el relax a la orilla de un mar turquesa. No es precisamente lo que más me apasiona durante mis viajes, pero reconozco que durante unas horas me puedo acostumbrar a este tipo de anestesia.
Los barcos que parten de Cartagena suelen hacer un recorrido de un día por las principales islas, aunque nosotros sólo desembarcamos en Isla Grande que es la mayor del archipiélago. Allí hay ubicados varios hoteles de lujo entre los que se encuentra el San Pedro de Majagua en el que descansamos varias horas.
Nada más atracas en la isla, te explican con detalle las actividades que puedes realizar por allí. Buceo, kayak, sunfish, snorkel, caminatas ecológicas, recorridos en canoa, avistamiento de aves, paseos en bici o masajes conforman un programa repleto de iniciativas pensadas para que no te aburras. La mayoría con coste adicional, claro está.
Sin embargo, yo tenía una cuenta pendiente con el Caribe, así que pasé las primeras horas frente al mar con una cerveza bien fría en la mano. Entre sorbo y sorbo observaba las cristalinas aguas teñidas de preciosas tonalidades turquesas y violáceas. No sé si fue por el jetlag o por el calor, pero decidí que debía darme un chapuzón en aquella pequeña cala de las Islas del Rosario. Pronto descubrí que los corales dejan muchísimos restos bajo la superficie y que cuesta andar un poco cerca de la orilla. Mejor nadar.
Entre cerveza, baño y tomas de sol pronto llegó la hora del almuerzo. El menú constaba de un delicioso pargo rojo frito acompañado por patacones y arroz de coco frito. El pescado estaba delicioso y la guarnición también, aunque la probamos tantas veces durante el viaje a Colombia que acabamos un poco saturados de plátano y arroz. Para beber, nada mejor que un rico jugo de lulo.
Tras la comida decidí explorar un poco Isla Grande y me animé a dar un paseo muy agradable acompañado de un lugareño que vendía collares. Yo no era la persona más apropiada para comprarle uno, pero aún así se notaba que andaba ávido de conversar con un forastero. Gracias a él, descubrí una laguna interior bordeada de manglares que estaba bañada por aguas de color verde intenso. Contrastaban profundamente con las tonalidades que había visto a pocos metros en la playa.
También empecé a fijarme en los árboles y observé que en el interior de aquella isla tan pequeña había bosques tropicales muy secos. Hasta el momento no me había dado cuenta, pero quizás el gran atractivo de las Islas del Rosario era su biodiversidad y la convivencia de varios ecosistemas en un espacio muy reducido.
Abstraído por el paseo, el tiempo se esfumó como lágrimas en la lluvia. Empezó a sonar una sirena que indicaba la última salida de la lancha rápida. El viaje de vuelta a Cartagena de Indias fue mucho más movido y todos los tripulantes del bote acabamos calados hasta los huesos.
Cuando llegué al hotel tuve sensaciones contradictorias. Mi primera vez en el Caribe y en las Islas del Rosario había sido fugaz, un visto y no visto. Estaba contento por haber visitado aquel pedacito de paraíso, pero me quedé con ganas de mucho más. ¿Me estará empezando a gustar la playa? Quizás en el viaje a Colombia se obró el milagro.
las mejores vacaciones de mi vida fueron este año en cartagena de indias
no fui a isla rosario pero si a isla baru y sus playas son maravillosas 🙂
Gracias por compartir tu experiencia con nosotros Vanessa
[…] Poco después de las Navidades pasadas me bañé en el Caribe. Pasar allí las fiestas debe ser una delicia entre el calorcito, las playas y el ron. […]
[…] un país con muchas caras hermosas. La Cartagena de Indias monumental, las playas caribeñas de las islas del Rosario o del PNN Tayrona, la Barranquilla carnavalera… pero si me tuviera que decantar con uno de […]
Eso es estar en el paraíso, con lo que a mi me gusta una playita. Y no será porque no tengo ganas de ir al Caribe. Eres un afortunado Pau. Y seguro que le estás gustando el gustillo a eso del mar 😉
Yo creo que a lo bueno es fácil acostumbrarse 😀
fantastico!
Bienvenida a ‘el pachinko’ y gracias por tu breve comentario.
Ese azul turquesa como el de Asia me lleva a dejar volar la imaginación y sumergirme con un chapuzón a nadar en aguas cristalinas 🙂
Es un color precioso y seductor que te empuja al agua 😀
Como dice Facundo Cabral «El Caribe es un anticipo del paraíso», he crecido frente a ese mar.
Me gusta mucho que explorarás la isla, muchos se quedan sólo con la playa, pero como bien dices también es lugar de una importante biodiversidad, además que es de los pocos lugares donde hay bosque seco trópicas un hábitat amenazado.
Saludos
Bienvenido a ‘el pachinko’ y gracias por darnos tu opinión. La lástima es que no tuviéramos más tiempo para explorar otras islas.
La primera vez en el Caribe no se olvida amigo Pau. Vendrán más baños, seguro!! 🙂
Espero que así sea 😀
Con el frio que hace por aquí me has dado unas ganas de calor y de playa! Aunque yo tampoco soy mucho de viajes de sol y playa, alguna vez no me importa 😉
Saludos
Bienvenida a ‘el pachinko’ Elena! En esas estamos, que no suelo preparar viajes de sol y playa, pero algún día en el recorrido se agradece.
Que chulo, ahora me apetece un chapuzón 🙂
Un abrazo!
PD: No te costaba nada abrir el, ejem Lightroom ejem, y poner el horizonte recto en la ante-penultima 😛
Jajaja sabes que yo no uso de esas cosas 😉
Yo conocí toda la zona caribe de Colombia y puedo decir que las mejores playas del mundo son las de la zona de la ciudad de Santa Marta y alrededores del parque Tayrona.
Cartagena: muy sobrevalorada y carisima para lo que es realmente, pobreza por doquier y como dicen arriba, muchas cosas básicas (comida) mas caras que en España o USA.
Barranquilla: Horrible de principio a fin.
Te doy la bienvenida a ‘el pachinko’. También estuve en Santa Marta y Tayrona, así que ya llegará el momento de escribir sobre esos lugares.
Nunca me había pasado con otro destino lo que me está pasando con Colombia. Cada vez que escribo un post de vuestro país escribís muchos colombianos despotricando de la ciudad o el lugar sobre el que estoy escribiendo y alabando otros destinos del país.
No sé si es algo habitual en los blogs y foros colombianos, a mí me parecen sorprendentes esos piques entre ciudades y como rajáis de un destino para alabar otro.
Depende Pau depende, hay primero que leer para tener una idea de quién lo escribe, si lo notaste hace una comparación del costo de la comida colombiana con una de España y Usa, Usa? puedes darme un ejemplo de una plato típico de Usa en comparación a un arroz con coco, encocado de jaiba o camarones, un pescado frito con patacones colombiano? comidos en una playa con olor a mar y no en una miami con olor a silicona y testosterona? si barrranquilla es así fea de principio a fin como escribe aquel ignorante «miamias» cómo escritores y otros famosos como los que tú ya nombrastes se inspiraron entre tanto basural? y que paradójicamente hoy soy escritos y legados importante para muchos? sabrá este personaje de la flora y la fauna, la historia, los dichos, el vocabulario y ademanes de los barranquilleros, su música y su acento – ajá y tú qué – y su español característico??? Lo que pasa Pau es que mucha gente habla sin fundamento y escribe por escribir y desafortunadamente los que tenemos un poco más de intelecto estamos cansados y dejamos que los ignorantes se consuman en su propia dosis. Un extranjero llega a colombia y todos qué lindo, cómo pronuncia el idioma pero un colombiano va a la escuela y aprende el inglés y todos critícan su acento o buscan cómo corcharlo. Yo soy amante de la lectura y no al grado que tú lo haces pero me encanta viajar y como muchos antes de hacerlo me gusta leer la perspectiva que otros tienen del lugar pero generalmente me gusta algo neutral como tú pues si me dejo llevar por las barrabazadas de tipos como aquel del comentario de arriba, termino encerrada en mi casa y pensando que la luna es de queso y que el sol es amarillo.LAS PERSPECTIVAS DEPENDEN DE QUIÉN LAS HAGA Y NO TODO LO QUE DIGAN ES TOTAL,MENTE CIERTO, SOY COLOMBIANA PERO VIVO EN EUROPA Y HABLANDO CON MUCHA GENTE ME HE DADO CUENTA QUE MUCHOS TIENEN UNA PÉSIMA IMAGEN DE MI PAÍS PERO COMO SIEMPRE HAGO LA PREGUNTA DONDE TODOS CAEN… HAZ ESTADO ALLÁ???? CÓMO PUEDES HABLAR DE ALGO QUE NO CONOCES??? Y PEOR, CÓMO LO DICES CON TANTA CERTEZA SI NIQUISIQUIERA LO HAZ COMPROBADO??? en los 10 de los 9 (9) casos nunca recibo una respuesta inteligente. ASI QUE TE ACONSEJO NO DEJARTE CONTAMINAR.
Jejeje gran exposición. Y quédate tranquila que nadie me va a robar las buenas experiencias que viví en Colombia.
Se te olvido decir que las islas del rosario se la han robado poco a poco particulares, y los precios allí son carisimos; cuanto te costo el pescado? seguramente mas caro que si lo hubieras comido en España.
Te doy la bienvenida a ‘el pachinko’. Comentarte que no es que se me haya olvidado decir nada, sino que desconozco por completo lo que comentas.
Estos es un blog de viajes personal en el que cuento mis experiencias, tal y como las vivo. Cada vez que escribo un post de un lugar no trato de hacer un retrato robot del mismo ni contar la realidad socio-política, sino explicar mis sensaciones y vivencias. Para leer sobre política, economía o sociología ya tenéis la prensa tradicional que seguro conoce la realidad del lugar mejor que yo. Aquí tratamos de hablar de viajes y de experiencias viajeras.
si antes me encantaban tus relatos, con esta respusta tan inteligente, ahora me gustas más como persona, un hombre que piensa antes de escribir, te felicito—- ah y también por la nueva bendición que les llegó del cielo, felicidades a ti y a tu esposa por el otro integrante de la familia. Besos para él.
Muchas gracias 😀
Yo ahora me iba a la playita a darme un baño encantando, con el fresquito que hace… jeje. Que pasada el Caribe, la de variedad que se puede encontrar con tantisimas islas desperdigadas por ahí. Tienes mucha razón en lo de la biodiversidad, cada isla con su microhabitat y sus características… También me llama la atención todas las actividades que ofrecen para un sitio aparentemente pequeño, sí señor, así nadie se aburre. Yo no sabría con cual quedarme, pero el baño caía seguro!! jaja
Es que este invierno nos está dejando tiesos, yo me volvía ahora mismo para el Caribe.
Caribe, islas, playa, sol…. gustico del bueno (y envidia tambien :P)
Y es que con el frío que hace estos días viene muy bien recordar esos momentos.
es que el Caribe es el Caribe 😉
Jejeje tendré que volver a otros lugares del Caribe para comprobar si mi afición por el mar fue más que un espejismo.
La comida nos ha matado. ¡Qué buena pinta! 🙂 Y vaya playazas…
Jejeje es que la pinta se corresponde con el sabor 😉
Aquí otro marinero de agua dulce, aunque reconozco que una vez al año no hace daño… y menos con un entorno como este!!
Abrazos!
Poco a poco le voy pillando el gustillo al asunto 😀
Esa comida tiene muy buena pinta…
Yo tampoco soy de hacer ese tipo de turismo pero reconozco que relajarse de esa forma cada cierto tiempo no está nada mal 🙂
Bienvenido a ‘el pachinko’. Efectivamente el pargo estaba delicioso, me gusta porque queda muy crujiente por fuera y jugoso por dentro.
Ya se echa de menos que el pachinko nos hable de vez en cuando de playas y costas. Que eres muy de secano Pau! jejeje
abrazos!
Jajaja no lo podrías haber explicado mejor 😉
Información Bitacoras.com…
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