El viaje de Vietnam a Camboya por el río Mekong es relativamente corto, aunque poco entretenido. Nosotros cruzamos la frontera fluvial e hicimos todos los trámites de visado de Camboya en un puesto de lo más rudimentario, pero con un carácter claramente militar.

El Mekong sigue siendo fundamental para ambos países, una divinidad común que vietnamitas y camboyanos aprovechan para ganarse la vida con los dones que les ofrece. Sin embargo, nada más cruzar a la parte camboyana del río empezamos a apreciar las primeras diferencias, aunque sólo fueran arquitectónicas.

Los tejados abandonan las tejas con forma de bambú y empiezan a convertirse en preciosos salientes picudos. La arquitectura jemer se asemeja a la tailandesa, aunque tiene un aspecto muy peculiar y reconocible a primera vista.

Palacio Real de Phnom Penh

Además de la arquitectura, la principal característica de Camboya es la sonrisa y la hospitalidad de su gente. Cualquiera diría que Camboya está entre los estados más pobres de Asia. Sólo por la sonrisa de los camboyanos se diría que se encuentran entre los países más felices del mundo.

Otra cosa que descubrimos de inmediato es que el euro y el dong no tienen valor en Camboya. Una de las primeras cosas que hicimos fue ir a un cambista. Un lugar muy peculiar que parecía sacado de la película El Cazador de Michael Cimino. Decenas de personas contaban uno a uno cientos de billetes procedentes de toda Asia. Nos recomendaron hacernos con dólares y unos pocos rieles para comprar en los puestos callejeros.

De Phnom Penh vimos poco, la verdad. Lo típico, tópicos lugares turísticos en un santiamén. Luego al aeropuerto y a esperar horas y horas hasta volar a Siem Reap. Fueron pocos momentos en la capital, pero me sirvieron para darme cuenta de varias cosas. Una, que era un país mucho más pobre que Vietnam. Dos, que no hay tantas motos. Y tres, que me quedé con ganas de más.

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Pau García Solbes
Soy periodista y bloguero de viajes profesional. Soy Licenciado en Ciencias de la Información en la especialidad de Periodismo. He trabajado y colaborado en numerosos medios de comunicación en temas relacionados con Internet, nuevas tecnologías y turismo. Además, soy co-autor del libro Viajar con niños, el manual para preparar tus vacaciones en familia de La editorial viajera.

11 COMENTARIOS

  1. Hola Viajero que tal estas?

    En breve me voy a Vietnam para luego ir a Camboya, estoy viendo la manera de cruzar la frontera y tengo mis dudas acerca de hacerlo por el rio. Es facil en Ho Chi Minh encontrar una agencia que gestione lo de ir por barco hasta Camboya?. Cuantas horas son?. Es mas rapido o lento que ir por autobus?

    Gracias 🙂

    • Bienvenida a ‘el Pachinko’ Claudia. Nosotros empezamos la travesía desde Chau Doc hasta Phnom Penh pero hace tanto tiempo que no recuerdo lo que tardamos, creo que menos de 3 horas.

      No conozco el trayecto en bus así que no te lo puedo recomendar ni comparar con el barco.

      Seguro que en Ho CHi Minh City o en la propia Chau Doc hay agencias locales que ofrecen este servicio.

  2. @lorco, que gran comment y qué gran pregunta. Algo me dice que no amos por el buen camino.

    @Alberto, es cierto que también me dio la sensación de que había menos gente que en Vietnam. ¿Menos vida de calle? Por cierto, qué diferencia entre Hanoi y Saigón… nada que ver.

    @j08433, pues creo que Alberto anda entre Burgos y Madrid, aunque espero que algún día retome el blog y su aventura asiática 😉

    @El Capitán, vaya, hubiera sido un gran trabajo. Por desgracia, hay muchos pequeños países que hacen política bajo la atenta mirada de otros, en Camboya tienen a Tailandia, Vietnam y China demasiado cerca.

    @josecrem, me has descubierto jajajaja

    Gracias a tod@s por vuestra opinión

  3. Hace nada me han pasado una oferta de trabajo para ir a controlar el tema de los Derechos Humanos precisamente en esa zona de Asia.

    Lo que queda esperar es que prosperen, pero a su manera (que no les tenga que decir nadie lo que DEBEN hacer).

  4. Curioso eso de la frontera fluvial! Phnom Penh increible!
    #5… tienes nuevo blog? por dónde andas? seguí tu blog hasta HKG y ahí me quedé.

    Saludos!!!

  5. A mi lo que me llamó la atención, aparte de ser un país más pobre que Vietnam y con menos motos, es que también hay menos gente por la calle. No sé si es que Vietnam está demasiado superpoblado o bien que el genocidio de los jemeres rojos fue tal que en pleno año 2009 todavía se notan las consecuencias de la merma de población.

    La pobreza del país se nota en que visto desde el aire es todo verde, no hay casi nucleos urbanos ni fábricas.

    La sonrisa es lo mejor, aunque creo que es algo común en todo el sudeste asiático. El Norte de Vietnam no es sudeste asiático en este aspecto, son más chinos, más secos y rancios.

    Buen post.

  6. La sonrisa en los pueblos que menos tienen siempre me hace preguntarme si estaremos yendo por el bueno camino nosotros…

    Si hay algo que nosotros recordaremos SIEMPRE de Filipinas son las sonrisas de la gente y su amabilidad.

  7. @Javier, las condiciones políticas y económicas de Camboya son tan diferentes a las de Vietnam que creo que les costará un poquito más. Eso sí, la sonrisa que no falte 😉

  8. Menos mal que les queda la sonrisa a los camboyanos, con tan poco y lo felices que se les ve, es un intento de superación y ver las cosas de un color mejor.

    Lo de la pobreza es algo que salta a la vista, da pena, porque es un país interesante. Espero que se levante poco a poco como hizo Vietnam en su día 🙂

    Un saludo!

  9. Información Bitacoras.com…

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