Vero en el Lago Chuzen-ji

Hoy me he despertado nostálgico ¿qué le vamos a hacer? El final del verano suele regalarnos una sensación de morriña inexplicable que viene acompañada de unas ganas terribles de echar la vista atrás para recordar momentos dichosos. Melancolía que cantaría mi pintoresco paisano Camilo Sesto.

Quizá sea porque dentro de muy pocas horas tendré un año más en el cuerpo o porque el otoño está llamando a la puerta y tenemos que ser corteses para dejarle entrar. No alcanzo a detectar los motivos exactos, pero hoy me ha dado por recordar el fenómeno del kouyou del que pudimos disfrutar en el primero de nuestros viajes a Japón hace casi siete años.

Cuando la gente me pregunta cuál es la mejor época para viajar a Japón, siempre digo que cuando se pueda y tantas veces como se pueda. La mayoría de focos y halagos se los lleva la primavera con sus pletóricos cerezos en flor. Admito que es una delicia, pero el otoño en Japón no tiene nada que envidiar a la estación que nos hace olvidar el invierno.

Si la temporada de tifones no se alarga más de la cuenta , el clima suele ser muy agradable. Las metrópolis como Tokio u Osaka siguen con su habitual ritmo trepidante, pero si te apetece ver paisajes están menos masificados que en verano o primavera. Además, está el espectáculo del kouyou que le añade algunos quilates más a esta joya engarzada con rubíes.

Es como si algún geniecillo de esos que salen en las películas de Hayao Miyazaki se dedicara a teñir de rojo las hojas de los árboles para que los bosques, jardines y templos adquieran un aspecto más radiante. Lógicamente este episodio no sucede por arte de magia, sino por el tipo de vegetación que puebla muchos de los parajes naturales de Japón.

La especie de vegetación más popular en los bosques de Japón es el arce, el principal causante de que la naturaleza adquiera ese color rojizo tan característico en otoño. Los más viejos del lugar recordarán una serie de dibujos animados llamada La aldea del arce, aunque quizás no sepan que fue uno de los primeros bombazos del anime japonés en el resto del mundo.

Además de los arces, la flora japonesa tiene otras variedades que también ayudan a pintar de rojo las arboledas. Es el caso de los famosos ginkgos que también se pueden ver en muchas ciudades y bosques japoneses u otra especie muy típica como el nanakamado en las regiones más montañosas.

Otra curiosidad del kouyou es que se va produciendo de norte a sur, al contrario que con la floración de los cerezos en primavera. Los árboles empiezan a cambiar sus colores en Hokkaido a mediados de septiembre y poco a poco el milagro se va expandiendo por todo el país hasta principios de diciembre que es cuando el kouyou llega al sur de Japón.

Ya podemos añadir una razón más a la lista de 11-Motivos por los que tienes que viajar a Japón: el kouyou. Hace siete años que pudimos contemplar este prodigio de la naturaleza del que nos quedamos prendados en los alrededores de Nikko, en Hakone o en los templos de Kioto.

Si el fenómeno de observar los cerezos en flor se conoce como hanami, su versión otoñal se conoce como momiji. Desgraciadamente no contamos con muy buenas fotos de aquella aventura para ilustrar el kouyou (por eso os ponemos un vídeo de mysterious772 que lo ilustra muy bien), así que tocara hacer otro viaje a Japón en otoño para inmortalizar esos bosques escarlatas y practicar el momiji. ¿Quién se apunta?

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Pau García Solbes
Soy periodista y bloguero de viajes profesional. Soy Licenciado en Ciencias de la Información en la especialidad de Periodismo. He trabajado y colaborado en numerosos medios de comunicación en temas relacionados con Internet, nuevas tecnologías y turismo. Además, soy co-autor del libro Viajar con niños, el manual para preparar tus vacaciones en familia de La editorial viajera.

19 COMENTARIOS

  1. Gracias por toda la información que vas volcando en tu web de forma tan amena y que nos ayuda mucho a planificar nuestros viajes.
    Estamos pensando en visitar Japón en octubre y nuestra duda es si en esa época anochece muy pronto.
    Saludos.

    • Bienvenida a ‘el Pachinko’ Pilar. Recuerdo que en otoño anochecía sobre las 5 y media de la tarde así que podemos considerarlo pronto si o comparamos con España, aunque las grandes ciudades parecen otras de noche con los neones y carteles.

  2. Hola, gracias por esas maravillosas fotos. Yo voy loca detrás de los arces, me apasionan. ¿Has estado en Canadá en esa época? ¿Sabes en donde es más bonito, Canadá o Japón? Un afectuoso saludo

  3. No te puedes imaginar lo que aprendo sobre Japón contigo!! Por supuesto no conocía nada acerca el Kouyou hasta ahora!! El otoño en Japón tiene que ser mágico!
    Abrazos

  4. Información Bitacoras.com

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