Durante estos tres días de viaje me han preguntado muchas veces qué conocía de Vitoria. «El Baskonia y el Celedón», respondía para salir del paso. Y es que echando la vista atrás me arrepiento de que el camino no me haya permitido cruzarme antes con esta esmeralda de Euskadi.

Todavía tengo muy latentes los recuerdos de mi paso por Gasteiz. Sólo hace 48 horas que he regresado pero mi corazón y mi cabeza me piden que regrese, que les prometa que volveré. Con tres días no fue suficiente, quieren más.

Plaza de la Virgen Blanca de Vitoria

Y es que me debato en calificar a Vitoria como una joya o como una sorpresa constante. Quizás sería mejor aunar los dos apelativos, porque uno sin el otro no definirían con exactitud las experiencias que he vivido allí.

Gasteiz es una joya porque es hermosa, coqueta, brillante, con una luz muy especial. Una joya verde, donde se respira calidad de vida por los cuatro costados. Una esmeralda que engarza un anillo repleto de humedales. Una joya robusta, donde la piedra y el hierro le otorgan firmeza, carácter y nobleza.

Bicicleta en el casco viejo de Vitoria

Pero también es una sorpresa constante. Sorpresa por encontrar en su calle rampas mecánicas que ayudan a que todos disfruten de su casco histórico y que me recuerdan a unas que vi en Hong Kong. Sorpresa porque sus museos esconden desde los naipes más célebres del mundo a las únicas armaduras de samurai completas que se pueden ver en España. Sorpresa porque las paredes se tiñen de colores con murales que son testigos de todo.

Vitoria es una ciudad en la que el viajero se merece estar como mínimo cuatro o cinco días. Tiene un tamaño perfecto para recorrerla paseando o en bicicleta, no necesitas más. Pese a sus dimensiones esconde una gran oferta cultural con museos de primera y templos capaces de inspirar a maestros como Paulo Coelho o Ken Follet.

Ataria en los humedales de Salburua de Vitoria

Si haces viajes con niños o en familia te sentirás a gusto en Gasteiz. Muchísimas calles son peatonales, hay un gran número de parques y atractivos culturales y naturales para los más pequeños de la casa.

No es una pose, Vitoria es verde de verdad.  Casi no se ven coches por las calles y en cada barrio hay un parque. Su anillo verde es un proyecto mágico, donde ver corretear a los ciervos no es una quimera. Desde Nara, que no veía algo parecido. Armentia, Olarizu, Salburua, Zabalgana y Zadorra quizás no suenen tan exóticos pero allí se respira aire puro.

Mural decorativo en una pared de Vitoria

Vitoria es una capital animada, la vida se hace en las calles y plazas donde por fin se respira libertad y cada uno puede hablar de lo que le venga en gana.

Comer allí es una gozada. Con su gastronomía se hace magia y logran convertir productos de primera en pequeños bocados inverosímiles. La Rioja Alavesa se encarga de poner el vino.

Pintxo del restaurante Iñaki Rodaballo de Vitoria

Esta son sólo mis primeras impresiones de unos recuerdos que todavía están muy frescos en mi memoria. Pero no olvidéis que es la capital verde europea de 2012 y merece ser descubierta. ¿Te vienes de viaje a Vitoria?

Vitoria Green Capital

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Pau García Solbes
Soy periodista y bloguero de viajes profesional. Soy Licenciado en Ciencias de la Información en la especialidad de Periodismo. He trabajado y colaborado en numerosos medios de comunicación en temas relacionados con Internet, nuevas tecnologías y turismo. Además, soy co-autor del libro Viajar con niños, el manual para preparar tus vacaciones en familia de La editorial viajera.

26 COMENTARIOS

  1. Wow!!!!! Me han encantado los posts que has escrito sobre mi ciudad! A veces a los que somos de allí se nos olvidan estas cosas y no las valoramos. Dan ganas de salir con la cámara de fotos en mano a disfrutar como un viajero en tu propia ciudad. Yo tengo pendiente dar el paseo de los murales. Por supuesto, los he visto al pasear por la ciudad, pero quería realizarlo con mi pequeña haciendo geocaching. Para el que no lo conoce es como la búsqueda del tesoro con un gps. Buscando pistas vas generando las ubicaciones a las que tienes que llegar y así vas visitando todos los murales. Tengo muchas ganas de hacerlo así.

    Un saludo y por supuesto serás más que bienvenido cuando decidas volver!

    • Guardo muy buen recuerdo de mi paso por la ciudad, tiene lugares increíbles y tiene pinta de que se vive muy bien.

      Bienvenidos a ‘el Pachinko’ y gracias por vuestras palabras

  2. Bonito artículo, tanto que yo lo tildaría de bucólico y eufemista, se conoce que no conoces (valga la redundancia) la auténtica realidad de la ciudad y no te lo hecho en cara, se que no es facil por el empeño puesto en ocultarla.

    Bonita es, cierto, pero solo en parte del centro y casco antíguo así como en parte de la zona sur, donde se asienta la zona rica de la ciudad.

    La mayor parte de la ciudad está rodeada por otro anillo que se pretende ocultar el industrial, ese que intentan tapar con el llamado anillo verde. Pero claro, las emisiones, ruídos, tráfico, etc derivada del anillo industrial «solo» afecta a los barrios de los trabajadores que los circundan, com miles de personas afectadas por los inconvenientes que muchas fábricas generan.

    Que se lo digan a los habitantes del barrio de zaramaga, Aranbizcarra, Lakua13, Arriaga, Sansomendi y como no el de Betoño, donde los vecinos cualgan pancartas y organizan protestas y del que se han desalojado viviendas por el alto nivel de contaminación ambientál existente.

    Muchas veces el hedor que hay que aguantar en alguno de estos barrios es casi insoportable.

    En Sansomendi por ejemplo, juno de los barrios obreros, las emisiones de las fábricas llegan ha provocar una niebla espesa y blanquecina que cubre el parque que separa las viviendas de las fábricas por escasos metros, es una niebla que seca la garganta y provoca tos, derivada del proceso de galvanización.

    En el barrio de lakua 13, Arriaga, parte del Pilar, Zaramaga, Arambizcarra y Abetxuko, depende de la dirección del viento que se pueda «disfrutar» de la peste que supuestamente proviene de la fábrica que michelin tiene justo al lado de estos barrios, aunque la gente conoce el hedor como «El olor de la fábrica de pieles» por el parecido al olor a carne podrida.

    Esto lleva sucediendo décadas, yo lo he conocido dese niño y ningún grupo político ha puesto solución a esos problemas, solo han puesto jardines, árboles y arbustos entre las fábricas para disimular que están ahí.

    Hace unos años me enteré que llegó a la ciudad un grupo especiál de oncología para estudiar el elevado nivel de tumores entre la población, pero de eso no he vuelto ha oír nada mas, es evidente que es un asunto al que no se le quiera dar mucha publicidad aunque estén las salas de oncología repletas.

    Otro asunto que nadie comenta es la cantidad de agua que se utiliza para el riego de los jardines, que para el conocimiento de todos, es la misma agua que se utiliza para el suministro a las viviendas, eso quiere decir que millones de litros se cloran y tratan para ser esparcidos por los parques y jardines y esto no es nada verde… el cloro por ejemplo es uno de los elementos que al evaporarse del agua en el que se encuantre se convierte en un potente gas invernadero.

    En fin, que no es oro todo lo que reluce en Vitoria… por cierto, la ciudad estadisticamente con menos insolación, es decir con menos luz, de todo el territorio nacional.

    La verdad, conociendo Vitoria y habiendo visitado muchas ciudades europeas no entiendo como puede recaer dicho galardón una y otra vez (porque no es la primera, es algo a lo que el vitoriano está acostumbrado, aunque en esta ocasión se le está dando más bombo) en esta ciudad, me resulta inexplicable.

    Un saludo.

    • Bienvenido a ‘el pachinko’ Andrés, lo primero es darte las gracias por contar tu punto de vista sobre la ciudad.

      Yo era la primera vez que viajaba a Vitoria y realmente me quedé impresionado de las cosas hermosas y de la calidad de vida que allí se respira. No puedo contar otras realidades porque esa es la que conocí.

      Lógicamente es imposible que perciba todo lo que se cuece en la ciudad en sólo 3 días, faltaría más.

      Si estuve allí, es precisamente para disfrutar de sus atractivos y luego contarlos a mis lectores.

      Como en cualquier blogtrip, estamos pocos días e intentamos llevarnos buenas sensaciones del destino para compartirlas con nuestros lectores. Si vemos algo malo también.

      Esto es un blog de viajes, en el que se habla de turismo, experiencias viajeras, opiniones personales… y no es otra cosa que lo que intento reflejar en el post.

      Por lo que comentas parece que seas vitoriano y me choca un poco que eches tantas piedras sobre tu propia ciudad. Disculpa si me equivoco, pero el tuyo me ha parecido un discurso muy político y bastante bien aprendido.

  3. Que buenos recuerdos me ha traido leer tus memorias de Vitoria, sinceramente a mi tambien me sorprendió, una ciudad pequeñita y visitable a pie, con encanto y lo mejor de todo, como bien dices, rodeada de esas zonas verdes que algunos urbanitas echamos tanto de menos…

  4. Cómo me alegra que te haya gustado tanto mi cuidad. Allí tienes una casa para cuándo quieras volver. Gracias por el apoyo para que este BlogTrip estuviera a la altura de los asistentes. Ondo Izan!

  5. Información Bitacoras.com…

    Valora en Bitacoras.com: Durante estos tres días de viaje me han preguntado muchas veces qué conocía de Vitoria. “El Baskonia y el Celedón”, respondía para salir del paso. Y es que echando la vista atrás me arrepiento de que el camino no me haya perm…..

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