Esta historia trascurre por carretera. En la India no se miden las distancias en kilómetros, sino en horas de carretera. Nosotros tomamos la «autopista nacional» que une Nueva Delhi y Jaipur, la capital del Rajasthan.

Entrecomillo lo de autopista, porque tardamos en recorrer ambos puntos casi un día en autobús. Y aunque fuera «autopista» te podías encontrar perfectamente camiones de cara y otros peligros que aquí ni nos imaginamos como vacas y animales, obras sin señalizar, carriles sin delimitar…

Una barbería en Samode, cerca de Jaipur en India

Excursión a Samode, de camino desde Nueva Delhi a Jaipur

Tour por Samode de camino a Jaipur

En fin, que carretera y manta con parada incluida en Samode. Esta pequeña localidad no aparece en las guías, o si aparece lo hace con letras pequeñas.

El objetivo de este alto en el camino fue contemplar el majestuoso Samode Palace. Un hotel que antiguamente era un palacio muy opulento. No estaba previsto parar en el pueblecito. Sin embargo, fuimos muy insistentes con el guía y detuvimos en una localidad donde los niños sacaban el agua de los pozos y se podían contemplar restos del antiguo esplendor de los maharajas del Rajasthan.

Y digo restos porque en las casas tradicioneles o havelis se podía apreciar algo de pintura como si de una pintura rupestre se tratara.

Llegada y visita a Jaipur

Visitando los bazares de Jaipur

Unas horas más de infierno de baches y amortiguadores en pésimo estado llegamos a Jaipur, también conocida como la Ciudad Rosa. Toda esta mega-urbe está rodeada por una muralla rosada que da a la ciudad un aspecto señorial y muy majestuoso. Otro de los puntos fuertes de Jaipur son sus bazares. El guía nos dijo que todo lo que se podía comprar se vendía en Jaipur.

El palacio Jal Mahal en Jaipur

La primera imagen de la ciudad que nos llevamos fue el impresionante Jal Mahal, un palacio que parece postrarse sobre las aguas del lago Man Sagar.

Tras la tranquilidad de Samode, volvimos a la realidad. La India tiene casi 1.100 millones de habitantes y eso son mucho hindúes. Nos llevamos un chasco al ver que estaban restaurando el fantástico Hawa Mahal o Palacio de los Vientos. A cambio, el guía nos dejó un rato por los bazares y por supuesto, visita obligada a tiendas de alfombras.

Mercado ante el Palacio de los Vientos de Jaipur

Al día siguiente descubrimos el monzón. Agua, agua, agua… calor. Agua, agua, agua… calor. Lo peor es que el monzón nos cayó justo cuando ascendíamos al Fuerte Amber a lomos de elefante (una actividad que hoy en día no haríamos).

No nos hizo ninguna gracia, ya que el camino estaba adoquinado y el animal se tambaleaba de lado a lado. Fue justo llegar a nuestra meta y el agua monzónica cesó. El Fuerte Amber es una auténtica pasada, vale la pena descubrir la antigua capital del estado.

Visita al Jantar Mantar de Jaipur

Otras visitas ineludibles de Jaipur son el City Palace Museum, los bazares y el impresionante observatorio Jantar Majar. Los indios hacen mucho caso de lo que diga el astrólogo y esta explanada llena de artilugios extraños es un auténtico estandarte de la astrología.

Conclusión: Jaipur es una cita imprescindible para todo aquel que vaya a la India. Una ciudad que no está exenta del caos y de momentos de tensión, pero que perdura en el recuerdo por su colorido, sus aromas, sus vestigios y el maravilloso arte nacido a la sombra del mecenazgo de los maharajas.

Mención especial el hotel donde nos alojamos. Un antiguo palacio restaurado llamado Jai Mahal Palace.

8 COMENTARIOS

  1. @Enrique, bienvenido a ‘el pachinko’. Debo decirte que no soy ningún experto en fonética. No obstante, a los hindúes se lo escuché pronunciar con la J al igual que los ingleses y el resto de la palabra tal y como suena en castellano.

  2. Gracias Danjuro. Me parece que la rueda no tiene que ver con el Vastu Sastra. Eran aparejos hechos especialmente por un maharaja aficionado a la astrología y con los que se dedicaba a estudiar esta «ciencia».

    Sobre la malaria y las vacunas escribí este post: https://elpachinko.com/nuestros-viajes/viaje-a-india-y-nepal-las-vacunas-que-hacen-falta-y-repelentes-de-mosquitos-contra-la-malaria/

    En mi opinión se exagera bastante. Mosquitos había, pero no sé si eran anopheles. Lo mejor es llevar un buen antirrepelente, pero en general en las ciudades no encontramos ningún problema de este tipo.

  3. Muy buena la última foto. ¿La rueda esa del fondo tiene algo que ver con el Vastu Sastra?

    Supongo que te tuviste que medicar bastante para evitar el paludismo, ¿no? He leído que en la estación de las lluvias el anopheles abunda, y que este mosquito la transmite muy fácilmente. Aunque claro, siempre lo que se lee tiende al tremendismo.

  4. Muy buen post, y muy buenas fotos. Me das mucha envidia (sana), pero como ya dije, no estoy seguro de que me atreviera a viajar a la India… de momento me conformo con tus historias 😉

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