Saddú en Varanasi

Esta vez, el que se llevó el gato al agua fue josecrem. Como bien apuntó, la imagen del último acertijo correspondía a una cúpula del mítico Kashi Vishwanath de Varanasi. Nuestro viaje a la India llegaba a su fin y nos tocaba despedirlo en la mística Benarés. Esta ciudad fue fundada en el siglo VII a.C. y es contemporánea a ciudades mitológicas como Babilonia o Nínive. Por si esto no fuera suficiente reclamo,  es la ciudad sagrada del Hinduismo y está situada en la orilla oeste del Ganges.

Hindus agolpados en el Ganges

Con todos estos ingredientes, sólo nos podían esperar sorpresas y más sorpresas. La llegada a la ciudad la hicimos en avión. Volamos desde el aeropuerto de Khajuraho hasta el de Varanasi, de infausto recuerdo para nosotros (aunque esta historia tendrá su propio post). Lo primero fue llegar al Hotel Taj Ganges. Un alojamiento en la línea de lujo de los anteriores, aunque apenas pudimos disfrutar de él. Fue salir del hotel, y darnos cuenta de que Benarés era distinta a todo lo que habíamos visto hasta ahora, un mundo diferente en todos los sentidos.

Ofrenda en el Ganges

Al salir del hotel nos montamos en un autobús que nos llevó hasta el Templo de la Madre India, una visita muy poco recomendable. Lo bueno estaba por llegar. Pillamos un tuk-tuk y de cabeza a conocer los míticos ghats ubicados a orillas del río Ganges. Alquilamos una barca y bajamos río abajo para contemplar de cerca los crematorios y el ocaso del sol. Una imagen preciosa, que gracias a las supersticiones, se completaba con velas encendidas y flores, que asomaban en el Ganges. Tras remontar el río sagrado, nos paramos delante de un ghat donde se iba a celebrar una ceremonia hinduista. Fue una imagen conmovedora. Miles y miles de personas reunidos alrededor de decenas de brahmanes que oficiaban una liturgia tan antigua como el hombre. El Aarti vespertino, cantos, luces, rezos… devoción a raudales que hacían que los pelos se pusieran de punta. Tras esta primera toma de contacto con la ciudad sagrada del Hinduismo, fuimos a dormir. Tocaba madrugar para ver como el Ganges recibía el nuevo día.

Devotos de Shiva en el Ganges

Al amanecer, quisimos repetir la experiencia. Paseo en barco por el río Ganges con las primeras luces del día como testigos. Una barcaza, impulsada por escuálidos remeros,  nos llevó de nuevo hacía distintos y preciosos ghats. Al alba tuvimos una mejor visión de estos extraños escalones decorados con imágenes de Shiva y otros dioses del Hinduismo. Pese al madrugón, muchos peregrinos ya estaban purificándose en sus aguas. La purificación es espiritual, pues el río es uno de los lugares más sucios y contaminados de la tierra. Antes de irnos compré una pequeña vasija con agua sagrada que todavía conservo. De los crematorios poca cosa, vimos algunos entierros y piras de madera preparada para las cremaciones, posteriormente en Nepal contemplamos mejor estos ritos. El ciclo de la reencarnación hinduista concluye si esparcen tus cenizas en el Ganges, por eso la gente va a morir a Benarés. Para buscar el descanso eterno.

Paseo por el Ganges

Tras llegar de nuevo a la orilla, serpenteamos por las callejuelas ancestrales. Varanasi es como un gran laberinto en el que puedes ver de todo. Vacas dentro de tiendas, miseria, saddús, olores nauseabundos, gente por doquier, peregrinos de todo el mundo, porquería, animales comiendo su propia mierda… Todo lo que te puedas imaginar y mucho más, un choque cultural aterrador para el occidental y a la vez apasionante y enriquecedor. Ahí debía terminar nuestro viaje en tierra santa, pero insistimos en visitar el Kashi Vishwanath. Sin duda, uno de los templos más sagrados del Hinduismo cuyas cúpulas están recubiertas con 750 kilos de oro. Nuestro guía no quería que lo viéramos, pues además de sagrado, comparte terrenos con una mezquita y es un lugar de disputa entre hinduistas y musulmanes. Entramos, pero sin cámaras ni mochilas ni nada. Repleto de fieles y de militares con armamento pesado. Impresionante.

En barcaza por el Ganges

Mi consejo para todo aquel que visite la India es que dedique al menos un par de días a Varanasi. Puede llega a ser impactante y muy desagradable para la vista y el olfato, pero es imprescindible. El legado espiritual y religioso de esta caótica ciudad se remonta a más de 3.000 años y eso son palabras mayores. Más de 90 ghats son el epicentro de esta urbe mágica que explica y reescribe día a día el ciclo de la vida y de la muerte.

Saddú en Varanasi

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Pau García Solbes
Soy periodista y bloguero de viajes profesional. Soy Licenciado en Ciencias de la Información en la especialidad de Periodismo. He trabajado y colaborado en numerosos medios de comunicación en temas relacionados con Internet, nuevas tecnologías y turismo. Además, soy co-autor del libro Viajar con niños, el manual para preparar tus vacaciones en familia de La editorial viajera.

12 COMENTARIOS

  1. Hola! Quería preguntarte si con dos días sería suficiente para visitar Varanasi o si por el contrario me perdería muchas cosas. Muchas gracias!

  2. Hola @eugenia, bienvenida a ‘el pachinko’. Yo recomiendo a todo el que pueda que visite India, es una cultura muy diferente a la occidental y seguro que para bien o para mal te marca.

    Un saludo y gracias por comentar!!!

  3. hola 🙂

    bueno di de casualidad con este blog, el cual me paresio muy interesante, tengo pensado viajar a la india mas que a conocer su lado turisco iria con la finalidad de aprender mas sobre su cultura, su religion su modo de vivir. que tal vez no sea como pienso que lo es.

    bueno me gustaria que me agregaras al msn no se si tengas tiempo de platicar,
    de antemano gracias,
    [email protected]

  4. Hola Nora, bienvenida a ‘el pachinko’. De momento, sólo he estado una vez en la India, creo que hasta dentro de unos años será suficiente 😉

    Me alegro de que el blog te ayude en alguna cosa 🙂

    La verdad es que a nosotros el tema de los monzones no nos afectó demasiado. Viajamos en plena época de lluvias monzónicas, pero afectaron más al sur y el centro del país que al turístico norte. Así que por mi experiencia, no es tanto como dicen en la tele.

    Un saludo para Buenos Aires y gracias por pasarte por aquí.

  5. Me encantó leer tu blog, estoy preparando mi viaje a India del Norte y te encontré buscando mas información sobre el Ganges, parece que has vuelto hace poco, y si es que estuviste en Junio, que tal las los monzones?
    saludos desde la lluviosa Buenos Aires

  6. Deberíamos empezar por respetar sus creencias, me parece un comentario muy desafortunado. El Ganges es para ellos lo más sagrado que existe y aunque a nosotros nos parezca un río muy contaminado, debemos respetarlo.

Responder a Sobornos e intento de chantaje en el Aeropuerto de Varanasi | el pachinko Cancelar respuesta

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