Lo primero es lo primero. Felicitar a todos los que comentasteis en el post de ayer, sobre todo a Enric, que una vez más, se ha llevado el gato al agua. Es increíble lo espabilados que habéis estado para descubrir que la foto fue tomada en la Galleria Vittorio Emanuele II de Milán. Por primera he sacado la foto de su álbum correspondiente de Flickr y aún así habéis logrado descubrirlo.
Pues sí, aunque todavía no lo había mencionado en el pachinko, también hemos estado en Milán. Fue un paso breve, pero intenso. La capital lombarda fue la última escala de un periodo de 48 horas que nos llevaría de Kathmandú a casa. Una serie de catastróficas escalas y esperas en aeropuertos lograron que el final del viaje a India y Nepal se convirtiera en una pesadilla.
Llegar a Milán fue como disfrutar de la calma después de una tempestad, cuando pisamos sus calles se nos abrió el cielo. El viaje a India y Nepal fue una pasada, pero llega un momento en el que el cuerpo te pide un poco de dieta mediterránea, calles limpias y aire respirable. Todo eso lo hallamos en Milán.
Tuvimos muy pocas horas para conocer la ciudad, De hecho, fuimos directamente al centro y paseamos por delante de Il Duomo, la Scala de Milán o la Galleria Vittorio Emanuele II. A pesar de estar rodeados de una de las zonas más glamourosas del mundo, lo que recuerdo con más cariño es comerme una focaccia de proscciutto y un gelato de chocolate. Después de tanto curry y comida picante, aquellos bocados me supieron a gloria.
@silverchaos2k, lo que importa es la intención 😉
anda, menuda escala ^^ y mu chulo el cambio.. mira que llego tarde T___T como siempre
@Javier, no veas lo bien que me sentó ese «heladito». Después de dos semanitas comiendo picante, al final el cuerpo lo agradece 🙂
Te pusiste morado con el heladito no? con lo que me gustan a mi.
Que ganas me estan dando de dejarme caer por Italia, tantas cosas que nos enseñas 🙂