Jardín de entrada al templo Hase-dera de Kamakura

El templo Hase-dera de Kamakura fue uno de los que más impresión nos ha causado en nuestros dos viajes a Japón. No por su belleza, que también, sino por lo inquietantes que resultan las miles de estatuas de Jizo, el boddhisatva patrón de los viajeros y de los niños difuntos. Ahora me explico.

Estatuas de Jizo en el Hase-dera

Veníamos de ver el Gran Buda de Kamakura y la siguiente parada en nuestro recorrido era el Hase-dera. Es muy fácil de encontrar desde el Gran Buda, ya que está a unos diez minutos a pie. Al llegar, nos topamos con un templo fantástico, con unos jardines y unos edificios maravillosos, de esos que merece la pena pasarse un buen rato explorando. De hecho, es uno de los más visitados de esta región de Japón.

Más estatuas de Jizo en el Hase-dera

Sin embargo, pronto nos topamos con escaleras repletas de pequeñas y escalofriantes estatuas de Jizo que nos llamaron mucho la atención, así que pillamos la Lonely Planet para informarnos un poco y nos quedamos de piedra. Recordad que durante el viaje a Japón del pasado mes de abril Vero estaba embarazada.

Jizo

Por lo visto, el Hase-dera es célebre porque muchas mujeres van a colocar allí las estatuas de Jizo tras perder a sus hijos en un aborto o en circunstancias peores. Os aseguro que es una imagen muy sobrecogedora, y más cuando estas embarazada de pocos meses.

Edificio principal del Hase-dera

No obstante, si lográis abstraeros de esta circunstancia, el templo en sí es una maravilla, de los más bonitos de Japón. Tras superar el célebre ejército de estatuas, llegaréis a un edificio fantástico que aloja en su interior una imagen de nueve metros de altura de Kannon con 11 caras y elaborado en madera tallada. Se dice que el templo data del año 736, y según la leyenda, la corriente arrastró la estatua hasta la playa.

La playa de Kamakura desde el Hase-dera

Leyenda o no, es una gozada pasear por los jardines del Hase-dera, donde llegado un punto de ascensión se puede ver hasta la playa de Kamakura y sus preciosas montañas. Muy bonito sí, pero el Hase-dera se ha convertido en uno de los lugares donde más yuyu hemos pasado de nuestros viajes a Japón.

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Pau García Solbes
Soy periodista y bloguero de viajes profesional. Soy Licenciado en Ciencias de la Información en la especialidad de Periodismo. He trabajado y colaborado en numerosos medios de comunicación en temas relacionados con Internet, nuevas tecnologías y turismo. Además, soy co-autor del libro Viajar con niños, el manual para preparar tus vacaciones en familia de La editorial viajera.

9 COMENTARIOS

  1. No conocí este templo la verdad. Sin duda un lugar con misterio donde los haya. A ver si tengo ocasión de visitarlo en un próximo viaje, espero que no me de mal rollito aunque seguro que es una buena experiencia 🙂

  2. @enekochan, si encantarnos nos encantó, pero… Sí que entramos en la cueva, pero las fotos que tengo son muy malas y no las he puesto. Es lo que tiene disparar sin trípode en lugares oscuros 🙁

    @burymagnets, menos mal, me gustaría visitarlo, pero en otra ocasión 😉

    @El Capitán, no vi lo de los juguetes o no lo recuerdo, menos mal. Jajaja me imagino, porque si yo iba encorvado…

    @Chiqui, eres todo un hombre de palabras jajaja. Otro pa ti!

  3. @burymagnets, lo cierto es que en este también hay unos cuantos vestidos, y lo que más mal rollo me dió a mi fue ver un pequeño templo lleno de juguetes como ofrendas… ufff

    Pero sí, el templo es precioso y tiene unas buenas vistas de Kamakura. Y la cueva también está muy bien, casi me dejo media espalda ahí dentro xD

  4. pues menos mal que no visteis los del Zojo-ji de Tokio, por la zona de la Tokyo Tower, porque esos están hasta vestidos y dan MUY MUY MUY mal rollito

  5. Información Bitacoras.com…

    Valora en Bitacoras.com: El templo Hase-dera de Kamakura fue uno de los que más impresión nos ha causado en nuestros dos viajes a Japón. No por su belleza, que también, sino por lo inquietantes que resultan las miles de estatuas de Jizo, el boddhisat…..

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