Vero i Pau en el lago Ashi

Dos meses sin hablar de Japón es demasiado para un blog que se titula el pachinko, así que vamos a poner fin a este receso con la visita al turístico, pero hermoso, Ashino-ko o Lago Ashi.

Nosotros tuvimos la suerte de visitar el Lago Ashi durante nuestro primer viaje a Japón. Ya ha llovido mucho desde entonces. La calidad de las fotos que tomé aquel día es tan baja que no merecen ni ser publicadas, así que os tendréis que fiar de lo que os cuento.

El Lago Ashi está en la zona de Hakone. Para llegar allí desde Tokyo, podéis subir al JR Tokaido Shinkansen hasta Odawara. En este punto, debéis hacer un transbordo y pillar la línea Hakone.  Menos lento, pero quizás más sencillo es tomar la línea Odakyu desde la estación de Shinjuku en Tokyo y apearos en la estación de Hakone-Yumoto. Si no quieres complicarte, aquí puedes reservar la excursión al Monte Fuji y el lago Ashi desde Tokio en español.

Los paisajes que envuelven al Ashino-ko son realmente bonitos. Esta belleza se debe, en parte, a que está completamente rodeado de montañas, como si fuera el agua de una olla. En realidad es así, ya que el lago está emplazado en la caldera que provocó la erupción del Monte Hakone hace 3.000 años.

Además, tiene la dicha de que una de esas cumbres se apellida Fuji, con todo lo que significa este nombre para los japoneses. Para ver el Fuji-san desde el lago, realmente hay que tener un poco de suerte y que las nubes desaparezcan. Nosotros no fuimos bendecidos aquel día por la diosa fortuna.

Con este panorama, el Lago Ashí se ha convertido en una buena escapatoria para los tokyotas que buscan algo de paz y respirar aire puro. Sin embargo, si muchos tienen la misma idea a la vez, la zona tiende a masificarse.

En este sentido, nosotros sí que tuvimos la suerte de cara. Al ir en octubre, las orillas del lago no están tan masificadas. Además, en esa época del año alucinamos con el koyo, que es cuando los árboles decoran sus hojas con tonos rojizos. Un espectáculo de la naturaleza.

¿Y qué se puede hacer por allí? Pues además de pasear y comprar algún souvenir en las tiendecitas que hay junto al Ashino-ko, os podéis dar el gustazo de cruzar el lago con uno de los barcos turísticos que ofrecen este servicio. Hay uno que tiene forma de barco pirata. WTF!

Existen lugares naturales mucho más apartados y con menos aglomeraciones que el Ashino-ko. No obstante, si disponéis de poco tiempo en Japón, puede ser una buena opción para intentar ver el Fuji reflejado en su superficie. Si al final las nubes os lo impiden, siempre podréis apuntar vuestros objetivos hasta el peculiar torii rojo que flota sobre las aguas.

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Pau García Solbes
Soy periodista y bloguero de viajes profesional. Soy Licenciado en Ciencias de la Información en la especialidad de Periodismo. He trabajado y colaborado en numerosos medios de comunicación en temas relacionados con Internet, nuevas tecnologías y turismo. Además, soy co-autor del libro Viajar con niños, el manual para preparar tus vacaciones en familia de La editorial viajera.

5 COMENTARIOS

  1. Tiene muy buena pinta. Yo solo pude verlo durante 20 segundos desde un tren entre kyoto y tokyo y fue toda una sorpresa, pensaba que no lo iba a ver desde ningún sitio

  2. Mira estaba pensando en hacer excursiones fuera de Tokyo pero sin irse demasiado lejos y se me había pasado Hakone y alrededores, así que apuntado 😉

    Buen fin de semana!

  3. Información Bitacoras.com…

    Valora en Bitacoras.com: Dos meses sin hablar de Japón es demasiado para un blog que se titula el pachinko, así que vamos a poner fin a este receso con la visita al turístico, pero hermoso, Ashino-ko o Lago Ashi. Nosotros tuvimos la suerte de visitar…..

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