Viajar con niños es una aventura constante. Puedes pensar que toca un día tranquilo y ellos se encargan de imprimirle otro ritmo distinto o inventar una historia que cambia los planes por completo. Quizá te pierdas algunas facetas de los lugares que visitas, pero la imaginación y las ganas que ponen en vivir nuevas historias es algo que no dejará de sorprendernos.

Después de pasar un día muy entretenido en Lloret de Mar, la siguientes paradas de nuestro viaje a la Costa Brava era Blanes. Como el día anterior habíamos viajado desde Alicante a Barcelona teníamos ganas de ir a un ritmo más pausado. Blanes es un pueblo que mira al mar, con un paseo marítimo enorme para pasear mientras escuchas el rumor de las olas.

Tossa de Mar desde la Vila Vella

Sus calas y playas abrazan a las montañas con lo cual forma un paisaje muy atractivo para el viajero. Blanes también es conocido como el Portal de la Costa Brava, ya que es en esta localidad donde empieza este impresionante destino de Cataluña, así que es un buen punto de partida para empezar a explorarlo.

Jardí Botànic Marimurtra

Marimurtra de Blanes

Ese día se nos pegaron las sábanas un poco más de la cuenta, lo cual es una pequeña bendición cuando viajas con niños. A media mañana nos acercamos hasta el bucólico Jardí Botànic Marimurtra. En origen, este lugar fue el jardín privado de Karl Faust, un mecenas que siempre se rodeó de las mentes más brillantes de su época. El sueño de Faust es ahora uno de los botánicos privados más espectaculares de Europa y goza de 3.000 especies de los 5 continentes.

Pasear por sus avenidas y calles con nombres de botánicos ilustres es una verdadera gozada para los cinco sentidos. El paseo tranquilo se tornó en una especie de juego de exploración donde mis peques se convirtieron en aventureros que paseaban entre bambús, palmeras y los huertos ecológicos. Además de la vegetación, las vistas al mar Mediterráneo son fascinantes. El Jardí Botànic Marimurtra está emplazado en un acantilado desde el que se ve la preciosa Cala Sa Forcanera, donde dicen que empieza la Costa Brava.

Un break en Es Blanc

Restaurante Es Blanc de Blanes

El paseo por el Jardí Botànic Marimurtra requiere de unas horas para verlo con la calma y atención que se merece. El juego de aventureros además de divertido, sirvió para abrirnos el apetito. Ya sabes que la gastronomía no es ninguna broma en la Costa Brava, se encuentra entre las mejores del mundo por méritos propios. En Blanes descubrimos un restaurante fantástico llamado Es Blanc. Cocina catalana, vistas al mar y un ambiente muy chic.

Nos gustó especialmente que el menú infantil de Teo se saliera de sota, caballo y rey y le prepararon lo que el quiso con productos frescos del día. Nosotros tomamos una especie de pastel de patata relleno de salmón y espuma de anchoa que estaba para chuparse los dedos. De plato principal, un arroz con calamares y algas riquísimo y eso que los alicantinos somos muy exigentes con el arroz. Los postres caseros pusieron el colofón a una comida muy agradable.

Maravillados con Tossa de Mar

Tossa de Mar

Luego tocó ponerse el disfraz de pirata. Desde el paseo marítimo de Blanes sale un servicio de barcos que para en muchas de las playas próximas a la localidad. La diversión comenzó antes de embarcar, ya que no hay muelle de atraque, se sube directamente desde la arena de la playa. El trayecto es una buena forma de descubrir los paisajes de la Costa Brava con sus acantilados y calitas adornados con esos pinos retorcidos por la Tramuntana tan característicos. La nave cuenta con fondo transparente para ver las profundidades marinas, otro aliciente más para los niños.

¿Dónde íbamos? Pues a Tossa de Mar. Nos habían hablado maravillas de este lugar, pero no esperábamos un pueblo con tanto encanto. Subir andando por las cuestecitas empedradas de la Vila Vella es una obligación. Se trata del único pueblo medieval fortificado que queda en Cataluña. El juego de piratas continuó durante la subida al castillo donde Teo quería esconderse tras cada almena. Una delicia de caminata.

Imposible decir no a los juegos infantiles

Juegos Infantiles en Blanes

Y cuando parecía que ya habíamos tenido bastante con los paseos y el entretenimiento imaginario desembarcamos de nuevo en Blanes y vimos que en pleno paseo marítimo habían instalado un montón de juegos infantiles. Imposible decir que no a esta nueva aventura, así que los peques hicieron cola pacientemente para luego desfogarse entre castillos hinchables de todos los tamaños y oara todas las edades.

Fue un colofón perfecto a un día que se presentaba pausado pero que fue de sorpresa en sorpresa. Viajar con niños requiere de paciencia, pero también de capacidad constante para el asombro. Los planes se modifican y con esa dosis de imaginación y creatividad que le añaden los peques, los guisos suelen quedar más suculentos.

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Queremos dar las gracias a la Agència Catalana de Turisme por ayudarnos a descubrir Blanes, uno de los 15 destinos de turismo familiar de Cataluña (DTF).

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Pau García Solbes
Soy periodista y bloguero de viajes profesional. Soy Licenciado en Ciencias de la Información en la especialidad de Periodismo. He trabajado y colaborado en numerosos medios de comunicación en temas relacionados con Internet, nuevas tecnologías y turismo. Además, soy co-autor del libro Viajar con niños, el manual para preparar tus vacaciones en familia de La editorial viajera.

1 COMENTARIO

  1. Información Bitacoras.com

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