El Tivoli en Copenhague, el Ocean Park en Hong Kong y ahora Liseberg en Gotemburgo. De no haber pisado un parque de atracciones en mi vida, he estado en tres gigantescos en menos de un año. El responsable, sin duda, es Teo. Queremos que se sienta a gusto en los viajes e intentamos buscar lugares en los que se divierta tanto o más que nosotros. Eso es ser papás amigos.
Habíamos llegado a Gotemburgo la noche anterior, así que nos fuimos al hotel directamente. Suecia se encontraba celebrando el Midsommar y encima el tiempo les había hecho un guiño, porque el sol lucía radiante tanto de día como de noche.
Queríamos que nuestra primera visita en Gotemburgo fuera Liseberg. Estaba un poco más alejado del centro, al sureste, y así tendríamos el resto del tiempo para ver el casco antiguo y el puerto. Al ser festivo no había nadie por la calle y nos llevamos una decepción momentánea. Digamos que el camino de nuestro hotel, cerca de la estación central, hasta Liseberg no es lo más bonito de Gotemburgo. Hay edificios y parques preciosos, ¿pero dónde estaba la gente? Sin personas la ciudad parecía triste y desangelada.
Llegamos allí cerca de las 10:30 de la mañana y estaba cerrado, no abrían hasta las 11. Pronto empezaron a llegar hordas y hordas de suecos, todos en familia y con muchísimos niños rubios y guapos. Ahí estaba la gente, sólo había que buscarla. Pese a la colas, aquello se movió muy rápido y tras pagar 90 coronas suecas (9,85 euros) por barba, estábamos dentro del parque de atracciones más grande de Suecia.
Liseberg es gigantesco, pero parece que toda la ciudad esté allí metida. No obstante, recibe tres millones de visitantes al año. Eso sí, el ambiente es fantástico, y si vas con un niño mucho más. Tiene ese toque clásico del Tivoli y muchos jardines, fuentes, restaurantes, escenarios…
Había gente de todas la edades y con ganas de pasarlo bien. Las colas más grandes se centraban en una enorme montaña rusa, una atracción denominada Kanonen y la Torre Liseberg. Como no somos amantes de las esperas y Teo es demasiado pequeño, nos centramos en otras atracciones donde se libera menos adrenalina.
Cochecitos antiguos, tiovivos y una especie de tenecito donde había cuentos. Suena mu a nenaza, pero Teo se lo pasó en grande y nosotros viendo como se reía. No obstante, hay atracciones para distintos grados de valentía y para todas la edades. Los precios de las atracciones oscila entre las 20 coronas suecas y las 80, pero los niños como Teo no pagan.
A parte del ambientazo, también me llamó la atención la cantidad de estrellas con nombres de famosos que había por el suelo. Se supone que es gente que ha actuado ahí. Desde los Rolling Stones a Micheal Jackson, la colección de superstars rutilantes era impresionante.
Otra atracción que no paraba de retar a mi adicción al chocolate fue una especie de ruletas donde sorteaban los dulces que más me gustan pero en versión Andre el Gigante. Probé suerte con el Toblerone de dos kilos, pero la diosa fortuna no me sonrió. Cada vez que me cruzaba con gente blandiendo aquellas chocolatinas descomunales me daban ganas de atacarles como un zombie.
Así es Liseberg, el parque de atracciones más grande de Suecia. Pese a que estos lugares no me gustan demasiado, nos lo pasamos muy bien y disfrutamos de lo lindo con Teo y con la algarabía que allí se vive. Nunca encontrarás un lugar con más sonrisas.
[…] semana pasada os hablé del espectacular parque de atracciones Liseberg de Gotemburgo y de lo mucho que había cambiado nuestra forma de viajar desde que lo hacemos con Teo. No […]
@M.C. no soy quien para dar consejos, pero disfrutad todo lo que podáis y a tener peques cuando os apetezca de verdad.
Lo de la de la edad de Teo lo preguntaba porque nos gustaría tener críos algún día… pero como nos gusta mucho viajar, nos da pereza… Pero veo que viajar y peques no es incompatible!
@José Carlos DS, vale te apuntamos jejeje
La próxima vez que toque parque de atracciones si no se apunta Teo, me lleváis a mi xDDD
Me lo apunto para una futura visita 😛
Saludos!!!
@M.C. el peque cumple dos años en diciembre, todavía no le mola el Toblerone, pero a su papá sí jejeje
Yo estoy babeando al más puro estilo Homer Simpson con el stand de Toblerone! Creo que yo también me habría lanzado como un zombi a por una «barrita», jejeje
Por cierto, cuánto tiempo tiene tu peque?
saludos
@Jorge, pues eso es sólo una muestra, había decenas de casetas de ese estilo 😉
Se me ha hecho la boca agua solo de ver el stand de toblerone jajaja, yo también me hubiera convertido en zombie xD
@Xavi_kun, ya, pero el tema es que yo no me había subido a una noria en mi vida. Para que veáis lo que te cambia un peque 😉
Si es verdad que quizás cuando se va de turismo no se visitan los parques de atracciones a no ser que sea algo muy especial (un DisneyWorld de Orlando por ejemplo), así que ya teneis una gran excusa para pasar un rato divertido en muchos de vuestros viejas 🙂
Buen fin de semana!!!!
@Chiqui, sin duda, es lo más justo jejeje
Sois tres, así que lo justo es repartir el tiempo de viaje no? Buenos papis! 😉
Información Bitacoras.com…
Valora en Bitacoras.com: El Tivoli en Copenhague, el Ocean Park en Hong Kong y ahora Liseberg en Gotemburgo. De no haber pisado un parque de atracciones en mi vida, he estado en tres gigantescos en menos de un año. El responsable, sin duda, es Teo. Q…..