Llegar a Seúl había resultado realmente extenuante. Un esfuerzo titánico de más de un día repartido entre vuelos y esperas en aeropuertos. Esas 26 horas se habían convertido, antes de empezar, en la parte más ingrata de nuestro viaje a Corea del Sur.

Quizás por ignorancia o por evitar perdernos a las primeras de cambio, escogimos una limousine bus para cubrir el trayecto entre el aeropuerto internacional de Incheon y nuestro hotel. La principal ventaja es que nos dejaba en la misma puerta. El viaje no fue demasiado agradable. Hora punta, excesivos frenazos y atascos, zanjaron el asunto con la merienda de Teo desperdigada por el suelo del autobús y la ropa de Vero. A la vuelta subsanaríamos el error con el sensacional tren AREX Express.

Limousine bus del aeropuerto de Incheon a Seúl

Tras el episodio del vómito llegamos al espectacular The Plaza. Nuestras pintas quizás no eran las más adecuadas para tanta opulencia, pero este asunto queda zanjado rápidamente mostrando la Visa.

Mientras me encargaba de hacer el check-in en el hotel, Vero y Teo subían a la vanguardista habitación acompañados por un botones. El peque no pudo aguantar más en la vigilia y se sumió en un sueño reparador durante el corto trayecto de ascensor. Tras ponerle el pijama y acostarlo en la cuna las trompetas tocaban a retirada.

Teo durmiendo en Seúl

Nuestras ganas de conocer Seúl eran enormes, pero luchaban a muerte contra la pesadez de nuestros párpados y las ansias de probar la estupenda cama en la que íbamos a descansar nuestras tres primeras noches en Corea. Y luego estaba Teo. El pobre dormía como un bendito y cuando viajas con niños sus necesidades deben ser siempre lo primero.

No obstante, este niño está hecho de otra pasta y cuando pensábamos que la primera tarde-noche en Seúl transcurriría en aquellas cuatro paredes abrió los ojos de par en par y pidió su cena.

Vero y Teo en en restaurante de Seúl

Nos dimos una ducha rápida los tres y nos perdimos voluntariamente por las calles de Seúl para encontrar algo que echarnos a la boca. De aquellos primeros momentos recordamos el frío intenso con el que nos recibió la capital de Corea, una ciudad vertical que se preparaba para vivir una noche interminable de viernes. El ambiente en las calles era espectacular.

Tras varios intentos fallidos decidimos guarecernos de las bajas temperaturas en un restaurante. La carta estaba en hangul y no mediábamos ni media palabra en coreano, pero enseguida supimos entendernos. En un inglés algo tosco nos preguntaron que si nos gustaba el sashimi y nuestra sonrisa nos delató al instante.

Sashimi de un restaurante de Seúl

El primer envite con la gastronomía coreana fue de sobresaliente. Pescado fresco de excelente calidad a un precio de ganga. ¿Sería así todo el viaje? Afortunadamente sí. Junto al pescado crudo nos sirvieron hasta diez platos de acompañamiento que estaban deliciosos. En el local sólo había hombres riendo y gritando. El soju empezaba a hacer efecto en los parroquianos, aunque en ningún momento nos sentimos incómodos. El servicio fue rapidísimo e impecable. La comida deliciosa. No había estado nada mal para ser nuestra primera experiencia coreana.

Con la panza repleta y el cansancio extremo como compañeros decidimos irnos pronto a la cama. Al día siguiente teníamos una cita con el Palacio Gyeongbokgung de Seúl, así que lo recomendable era despertarse temprano para evitar las aglomeraciones.

Insomnio en Seúl

A pesar de que pusimos el despertador a las 8 de la mañana, no nos hizo ninguna falta. Nuestro amigo el jet-lag nos coaccionó para que abriéramos los ojos a las 2 y media de la madrugada. Vuelta y vuelta. De un lado a otro de la cama. Ya no habría manera humana de conciliar el sueño.

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Pau García Solbes
Soy periodista y bloguero de viajes profesional. Soy Licenciado en Ciencias de la Información en la especialidad de Periodismo. He trabajado y colaborado en numerosos medios de comunicación en temas relacionados con Internet, nuevas tecnologías y turismo. Además, soy co-autor del libro Viajar con niños, el manual para preparar tus vacaciones en familia de La editorial viajera.

31 COMENTARIOS

  1. Interesante el primer día!!,

    Lo del AREX Express lo consideras una buena opción para ir del aeropuerto a la ciudad?, estamos pensando viajar este año para Asia e iniciarlo en Corea, nos encantaría visitar Seul.

    Los niños son mas fuerte de lo que creemos, por lo menos ese ha sido nuestro caso en todos los viajes que hemos hecho con él, ni el Jatlag ha podido nunca, siempre lo ha llevado mejor que nosotros 😉

    un saludo!

    • El AREX Express funciona genial, nosotros lo pillamos a la vuelta. A la ida optamos por el bus porque paraba en la puerta de nuestro hotel.

      Teo tuvo un poquito de jetlag la primera noche, pero bastante menos que nosotros. Se portó como un jabato todo el viaje.

  2. Qué bien que pudiérais aprovechar la tarde en Seúl habiendo llegado de un viaje tan largo. Se nota que Teo tiene espíritu viajero, no quería quedarse en el hotel el primer día.

  3. Primera experiencia con los autobuses coreanos, haha. ¿Sabes que mucha gente dice que conducen en binario? Por aquello de que arrancan y frenan de repente, de forma brusca. Fernando Alonso tiene más cuello que muslo, pero no aguantaba todo un día en los autobuses coreanos ni de coña 😀

  4. Lo de tantas horas de viaje debió ser matador, menos mal que lo subsanasteis pronto poniendoos hasta arriba de sashimi y otras delicias coreanas 😛

  5. Yo que pensaba que no poder dormir en los aviones era lo peor del mundo y me estoy dando cuenta que me viene hasta bien, claro, llego reventado al destino sin haber cerrado los ojos y la primera noche duermo como Teo, eso sí, si llegas por la mañana al destino y te acuestas estas perdido, Mr. Jet Lag te visitará!!!

    Saludooos

  6. Que angelito Teo, me imagino que llegaría cansado de tantas horas de vuelo, pero se nota que la cena no la perdonaba. Hay que buena pinta tiene esa cena jaja

    Deseando que tal os fue el resto de los días de vuestro viaje por Corea 😀

  7. Felicidades por hacer ver a la gente que es posible y no una locura viajar tan lejos con un peque. Y felicidades a Teo por portarse ya como un auténtico viajero.

    El mes que viene viajamos por primera vez a Asia y estamos deseando pisar una ciudad como Seul, en este caso será Hong Kong!! Espero que se nos pegue el gusanillo asiático que desprende tu blog, seguro que repetiremos

    Nos vemos en Gredos
    Saludos de una bloguera viajera novata
    https://deilusionarecuerdo.com/
    Patricia

  8. 🙂 Seguro que gracias a ese Jet lag que los despertó a las 2 y media llegaron los primeros al Palacio Gyeongbokgung de Seúl, jeje No hay mal que bien no venga, dicen! Buen post!! 🙂

    • Jejejeje así fue, llegamos pronto al palacio y pudimos disfrutar de unos primeros minutos sin demasiados agobios… aunque eso lo contaré en la próxima entrega.

    • El viaje fue muy pesado, Alicante-Madrid-Dubai-Incheon y 2 ó 3 horas en cada aeropuerto buff.

      He hecho muchas, muchas fotos, así que espero sorprenderte con alguna 😀

    • Jejeje con la diferencia de que tú volabas de Japón con un disgusto mayúsculo. Menuda situación compañero. Me alegro de que te trataran tan bien en Corea.

  9. Información Bitacoras.com…

    Valora en Bitacoras.com: Llegar a Seúl había resultado realmente extenuante. Un esfuerzo titánico de más de un día repartido entre vuelos y esperas en aeropuertos. Esas 26 horas se habían convertido, antes de empezar, en la parte más ingrata de nuest…..

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