Ciclista camboyano en Angkor

Hoy estoy un poco impedido por culpa de la vacuna de la Gripe A que me puse ayer. Me duele mucho el brazo y he pasado una noche de perros. Así que aprovechando esta mala hostia voy a retomar el tema del juicio contra Kaing Guek Eav, más conocido como Duch, el primer miembro de los Jemeres Rojos que ha pasado por el banquillo de los acusados. Para situaros en antecedentes, podéis leer los posts que escribí en febrero y abril.

Parece que el juicio ya está llegando a su recta final. Tras casi nueve meses de testimonios, ayer la fiscalía del tribunal internacional para el genocidio de Camboya solicitó una pena de 40 años de cárcel para Duch, que como sabéis, dirigió entre 1975 y 1979 la prisión secreta de Tuol Sleng, también conocida como S-21.

Como comenté en los anteriores posts, el principal temor era que este juicio fuera sólo una pantomima y que Duch fuera sólo el chivo expiatorio de los crímenes de Pol Pot. Sin embargo, finalmente también se juzgará a los superiores de Duch: Khieu Samphan, ex presidente de la República Democrática de Kampuchea; Nuon Chea, hermano número dos e ideólogo de la organización; Ieng Sary, ex ministro de Exteriores; y su esposa Ieng Thirit, ex titular de Asuntos Sociales.

Como ya dije en abril, Duch es el único Jemer Rojo que ha admitido su culpa y que pidió perdón a las víctimas. Por eso, el fiscal no ha solicitado la sentencia máxima de cadena perpetua y ha rebajado su petición inicial de 45 años de prisión.

Ahora se piden 40 años de prisión por varios delitos como asesinato, exterminio, esclavización, violación, persecución por razones políticas, religiosas o étnicas y trato inhumano. La sentencia se espera para principios del 2010. Veremos como acaba todo.

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Tenéis más información en estos artículos de El País y de RTVE

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Pau García Solbes
Soy periodista y bloguero de viajes profesional. Soy Licenciado en Ciencias de la Información en la especialidad de Periodismo. He trabajado y colaborado en numerosos medios de comunicación en temas relacionados con Internet, nuevas tecnologías y turismo. Además, soy co-autor del libro Viajar con niños, el manual para preparar tus vacaciones en familia de La editorial viajera.

6 COMENTARIOS

  1. @jj, una pena un poco salvaje, pero como he dicho antes, el daño que ha hecho es irreparable, cualquier castigo que le pusieran no podría compensar lo que hizo. De todos modos, que sea un juez el que le imponga la pena me parece bien, es menos arbitrario que lo que Duch hizo. Menudo pájaro.

    Y tranquilo, que cuando escribo pots «serios» la gente no se suele mojar mucho.

    @JT, eso seguro, de hecho Pol Pot lleva añas criando malvas y nunca fue juzgado.

    Gracias por lo del brazo.

  2. Lo peor es que seguro que este tipo y sus superiores mueren de viejos de forma natural,estas historias me dan escalofrios,mejor te deseo que se pase rapido el dolor del brazo
    saludos

  3. (por ver que audiencia tienes, a modo de estudio de mercado, voy a decir algo y a ver que pasa…)….

    Luego la gente va por ahi con camisetas del Che guevara, panyuelos palestinos y movidas comunistas varias, como si fuese un jueguecito y no pasase nada por ser de extrema izquiera. al camboyano este lo metia a picar piedra con los munyones, causados de una amputacion en plaza publica de sus manos. el hacha oxidada, y todo banyado con un poco de saliva de Pau que ahora que tiene la vacuna fijo desinfecta.

  4. @quicoto, en este caso cualquier pena sería ridícula, el daño que se hizo es irreparable.

    @Belén, bienvenida a ‘el pachinko’ y gracias por los ánimos.

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